Esta tarde a las 20.30 horas se estrena en la Sala Orive una obra artística muy especial que ha supuesto para todos los participantes un antes y un después: Fly Together. Es la muestra de un proceso creativo artístico en el que personas con la enfermedad de alzhéimer, profesionales de la danza (compañía La Pública) y otras disciplinas artísticas, de la investigación (Servicio de Neurología del Hospital Reina Sofía), de la propia Asociación Alzhéimer Córdoba y de la empresa Xul Comunicación, han colaborado unidos durante tres meses para demostrar que el movimiento y la música benefician claramente a las personas con la enfermedad de alzhéimer. El proyecto ha contado con la colaboración de Cajasur y el Ayuntamiento de Córdoba.

Durante 3 meses se ha trabajado la vibración, el ritmo, la música, el movimiento, la danza y la respiración. Estas son las bases sobre las que el director artístico de la obra, Paco Nevado, ha construido unas dinámicas de trabajo con la esperanza de que el propio proceso pudiera arrojar algún tipo de resultados y la creación de una pieza artística.

Y se puede hablar de los resultados. «Están más despiertos, veo a personas más activas, más participativas. Que conectan más con el medio, escuchan, hablan, proponen o participan sin pedírselo, incluso más concentrados. Lo que más me ha impresionado es que están más presentes, captan más lo que tienen alrededor», afirma Paco Nevado. En la misma obra, aunque pueda haber algún momento en el que alguno se ausente, veremos cómo reaccionan al lenguaje no verbal.

El tacto, la mirada, el mismo hecho de alguien comience a hacer algo vale para que ellos continúen. «Incluso diría que recuerdan de un día para otro las cosas que hemos aprendido en días anteriores», continúa Nevado.

Los resultados científicos los sabremos hoy mismo por la mañana, cuando los profesionales del equipo de Eduardo García, Coordinador de la Unidad de Alzhéimer y otras demencias del hospital Reina Sofía de Córdoba, realicen la segunda fase de pruebas a las personas con alzhéimer. La primera fase se desarrolló al comienzo del proceso para conocer el punto de partida.

Ahí se midieron factores que afectan a la calidad de vida mediante una serie de escalas en los participantes que padecen alzhéimer y un grupo de control (personas que padecen alzhéimer pero no entran en el proyecto). «Cuando se trabaja con personas con alzhéimer se reitera la parte de la memoria y el ejercicio mental, pero no se están midiendo los beneficios que tienen los ejercicios artísticos, y hay que demostrar estos beneficios».

La obra es una historia en la que ellos van a ser ellos mismos. Será una experiencia conjunta entre las personas con alzhéimer, trabajadores, artistas, familiares y el público asistente este lunes.