Medio millón de ejemplares vendidos, 22 ediciones y su traducción a partir del año que viene a 12 idiomas avalan «el fenómeno» de Patria, la novela con la que Fernando Aramburu ha obtenido el Premio Nacional de Narrativa. «Sigo sin comprenderlo pero lo voy asimilando», dijo ayer el autor. El jurado ha entendido que merecía el premio, que convoca el ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que está dotado con 20.000 euros, por la profundidad psicológica de sus personajes, su tensión narrativa y la integración de los puntos de vista, «así como por la voluntad de escribir una novela global sobre unos años convulsos en el País Vasco».

«Ha sido una sorpresa porque yo no esperaba esto. No soy una persona que espere premios. Puedo decir, como he dicho otras veces con otros galardones, que estoy agradecido y honrado», asegura en conversación telefónica desde su casa en Hannover (Alemania), donde reside con su familia desde hace años. Sobre la novela premiada, Aramburu (San Sebastián, 1959) ha recordado que la escribió «en soledad, con el mayor esmero e ilusión posibles. Tenía ciertas expectativas sobre todo por el contenido, por un tema que había tratado ya en otros libros, pero nunca he sido un escritor de las listas de los más vendidos».

La novela toca, dice, «un nervio de la época y eso interesa. Es la historia colectiva desde un punto de vista emocional». «Ha pasado un año desde su publicación y sigue llamando la atención, suscitando comentarios y empieza a sonar en el extranjero: se ha editado y reeditado ya en Italia», señala el autor.

Su libro, adelanta Aramburu, saldrá el 12 de enero del año que viene en Alemania, respetando el título en español -»patria es una palabra muy reconocible»- y a lo largo del año en otros 11 países. Nunca pensó, y sigue «sin comprenderlo», que fuera a tener «tanta repercusión, tantas buenas críticas y tan buena venta», pero su único anhelo es seguir escribiendo cada día y hacerlo en el entorno vital que se ha creado.

«No existe mayor paraíso que la vida cotidiana, tranquila y serena. Soy un hombre hogareño. Este libro no me ha cambiado aunque me ha sacado de casa. Vivo en un barrio de Hannover donde los vecinos no me conocen por la escritura. Quiero seguir viviendo como hasta ahora, sin aventuras y sin grandes trastornos», declara.

Como necesita, por muchos aviones que coja para cumplir con sus compromisos editoriales o recoger los premios que lleva ya cosechados por Patria, que «haya al final de cada día un tramo más» en lo que está escribiendo, ya que tiene «varios libros terminados y entregados». «Después de décadas de relación tormentosa con la poesía -es autor de dos volúmenes, de 1981 y 1993- he decidido reencontrarme con ella. Será Autorretrato sin mí y saldrá en primavera de 2018», anuncia.

Tras ese, su proyecto es publicar un libro sobre la poesía «de otros», «de hombres y de mujeres», en una forma analítica «pero horizontal, no desde la cátedra, sino como un catador, un disfrutador de la poesía ajena». «Me gustaría que la serenidad que transmite, la que yo disfruto en mi entorno, se extendiera, porque buena falta nos hace en estos momentos», concluyó.