La voz de B.B. King y el sonido de su inseparable guitarra Lucille bajaron ayer del escenario por última vez, pero su inolvidable legado de canciones deja claro por qué el artista será recordado para siempre como el "rey del blues". Córdoba pudo disfrutar de dos actuaciones del músico en el marco del Festival de la Guitarra. La primera de ellas en el año 1990 en el antiguo Teatro de la Axerquía, y la segunda, en el 2006 en la plaza de toros Los Califas. Considerado uno de los artistas más influyentes de todos los tiempos, King, que falleció ayer a los 89 años, se despide con 16 premios Grammy, más de 50 discos en casi 60 años de carrera y temas que marcaron época como Three O'Clock Blues, The Thrill Is Gone y When Love Comes to Town , su célebre colaboración con los irlandeses U2.

Entre los clásicos de uno de los mayores guitarristas de la historia figuran también Payin' the cost to be the boss, How blue can you get, Everyday I have the blues y Why I sing the blues , indispensables en sus conciertos, y joyas de sus comienzos como You don't know me, Please love me o You upset me baby .

Nunca dejó de cantar y de llevar el blues por bandera. Siempre se le podía encontrar en la carretera, cerca de su público, excepto cuando la salud le jugaba alguna mala pasada, casi siempre relacionada con la diabetes de tipo 2 que sufría desde hacía más de 20 años.

Riley B. King nació el 16 de septiembre de 1925 en una plantación de Itta Bena (Misisipi). Allí empezó a tocar, por las esquinas de aquellas deprimidas calles y en las localidades colindantes, hasta que en 1947 hizo autostop en dirección a Memphis para labrarse una carrera musical. Memphis, una comunidad musical que reunía todos los estilos de la música afroamericana, era la meca hacia la que todos los músicos del sur decidían peregrinar y King encontró la ayuda de su primo Bukka White, uno de los maestros del blues en aquel periodo.

Su actuación en el programa de radio de Sonny Boy Williamson llamó la atención de los especialistas y pronto cerró una serie de actuaciones en el local Sixteenth Avenue Grill, donde se dio a conocer bajo el nombre Beale Street Blues Boy. Posteriormente, decidió acortarlo a Blues Boy King y, finalmente, dio con el definitivo B.B. King.