Historia de España es una asignatura obligatoria para todos los alumnos de segundo de Bachillerato, con independencia de la especialidad que cursen. Se trata de una materia troncal con la que se pretende ayudar al alumnado a que comprenda la "realidad actual y sus problemáticas", a que obtenga una visión integradora de los aspectos comunes de la historia de España sin cercenar por ello la diversidad y las particularidades territoriales", así como a que aprendan "aspectos relativos a la igualdad entre hombres y mujeres", "actitudes solidarias" y se habitúe al uso de "nuevas tecnologías de la información".

Sin embargo, a tenor del discurso que refleja un porcentaje importante de los libros de texto que se utilizan mayoritariamente en las aulas andaluzas estos objetivos se tornan "difíciles de alcanzar". Así lo demuestra un proyecto de investigación del Centro de Estudios Andaluces, coordinado por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Jaén Salvador Cruz Artacho, en el que han participado siete profesores de universidades e institutos de Enseñanza Secundaria de Andalucía, y cuyos primeros resultados se recogen en la publicación Análisis de los contenidos de los manuales de Historia de España (Segundo de Bachillerato)' .

En un comunicado, se indica que esta investigación ha analizado a lo largo de 18 meses los contenidos de los manuales de texto de Historia de España más habituales de las aulas andaluzas evaluando grandes ítems, como el enfoque y grado de actualización de sus contenidos; la presencia de aspectos de transversalidad como género, diversidad cultural y contexto internacional y el tratamiento de la especificidad de Andalucía.

De este modo, los autores de este trabajo --Juan Luis Carriazo Rubio; Antonio José Díaz Rodríguez; Miguel Conejero Rodríguez; Salvador Cruz Artacho; Miguel Gómez Oliver; Ana Jerez Hernández y María Gracia Sánchez Ruiz-- evidencian que los libros de texto "adolecen" por lo general de "un visible divorcio" entre los avances que se han producido en la investigación histórica y lo que se explica en los textos, de modo que siguen divulgándose entre el alumnado viejos discursos historiográficos ampliamente refutados.

En este sentido, el estudio pone de manifiesto que en los manuales hay un "predominio absoluto de la perspectiva político-institucional" que no contribuye a "fomentar la capacidad crítica y que deja en un segundo plano la dimensión social, económica y cultural de la historia". Asimismo, señala que el discurso que prima en la gran mayoría de los casos apuesta claramente "por el relato de los hechos" y no ofrece "una explicación compleja de los procesos históricos".

Además, los investigadores ponen de manifiesto la escasez de referencias al contexto internacional llegando a transmitir la idea de que "España está algo así como sola en el mundo".

Resulta notorio, según este informe, "el deficiente tratamiento de la mayoría de manuales en materias vinculadas a la transversalidad". Así, se produce una "ausencia total de la perspectiva de género" en todos los contenidos de carácter procedimental. Las mujeres "no aparecen o los hacen de forma absolutamente subalterna", sin ni siquiera existir "en la Edad Media" y muy poco en Roma; con Isabel la Católica como única protagonista en toda la etapa Moderna y sólo en algunos casos en la Contemporaneidad haciendo alusión, a la conquista del sufragio femenino en la Segunda República, aunque sin explicar la gran dimensión que tuvo este hito.