La noticia del premio Ricardo Molina de Poesía ha sorprendido a Juana Castro en su pueblo, Villanueva de Córdoba, donde ayer se entregaba otro importante galardón poético para ella, el que lleva su nombre.

-¿Qué siente al obtener este premio, justo el año en el que se celebra el centenario del poeta que lleva su nombre?

--Es una gran alegría porque este premio siempre ha sido un referente y, sin embargo, nunca me había presentado. Y me ha hecho mucha ilusión.

-Posee muchos reconocimientos, pero, ¿en qué lugar coloca este?

--Ahora mismo, el primero.

-¿De qué habla este poemario?

--Habla del transcurso de la vida de forma concreta y tomando como referencia la imagen de un fósil con forma de caracol que se extinguió en su momento, pero que para mí es un símbolo con el que se habla como si existiera en todos los sinsabores y alegrías de la vida.

-¿Recurre a sus orígenes en este libro?

--Sí. Están los orígenes y también las vicisitudes de toda mi vida, las muertes que ha habido a mi alrededor. La vida y la muerte constituyen el argumento principal.

-Es la sexta mujer que lo ha ganado en 25 años. ¿Cree que las mujeres tienen actualmente más voz en la poesía?

--Sucede como en todos los premios, hay mayoría de hombres. Y no sabemos cuándo se notará toda la creación de las mujeres, aunque su presencia es cada vez mayor. Sin embargo, en el premio que lleva mi nombre siempre han ganado mujeres.

-¿El hecho de que vayan ganando premios las mujeres puede ser un acicate para que se presenten más?

--Creo que sí. Una cosa es que haya una identificación con la manera de ver, sentir y pensar; pero cuando tienes una identificación con la otra manera, que es la femenina, resulta que salen los libros finalistas.

-¿Cómo lo va a celebrar?

--Por partes. Para empezar, hoy lo celebraré en mi pueblo, y después en Córdoba.