Obra El Evangelio de San Juan

Versión Speck-Silva.

Actor solista Rafael Alvarez El Brujo.

Dirección Rafael Alvarez.

Músicos Javier Alejano, Daniel Suárez, Kevin Robb, Juan de Pura.

Lugar Gran Teatro de Córdoba.

En coproducción con el Centro Dramático Nacional, Rafael Alvarez El Brujo se presenta de nuevo sobre el escenario del Gran Teatro de Córdoba con un nuevo espectáculo, El Evangelio de San Juan .

Esta obra cierra la trilogía compuesta junto con San Francisco, juglar de Dios y Los misterios del Quijote . Todos estos son textos que se basan sobre el antiguo arte de "contar las historias", al igual que se hiciera en el medioevo por los juglares, todo se apoya sobre la narración.

En esta ocasión, el texto escogido por El Brujo es el Evangelio de San Juan, que es precisamente el que cuenta con mucho detalle unas pocas escenas de la vida de Jesús, en las que las palabras formidables y los hechos milagrosos cobran vida y se iluminan entre sí. La tradición católica entiende que los evangelios hacen "creíbles" las palabras "increíbles" de Cristo por la fuerza persuasiva de sus milagros.

El montaje de El Evangelio de San Juan es posible que hiera algunas sensibilidades, sobre todo las de aquellos que crean a pies juntillas en la existencia innegable del Dios cristiano. Pero es innegable que el espectáculo cuenta con los argumentos necesarios para escuchar la versión del actor que se mueve por el escenario y recapacitar, al menos, sobre una interpretación libre de lo que la Iglesia nos cuenta que ocurrió hace ya más de dos mil años.

Rafael Alvarez domina el escenario, se mueve por él con la soltura que le confiere su única presencia en el mismo, arropado tan solo por unos músicos que ayudan con sus instrumentos a poner algún contrapunto que facilite la atención del espectador. El actor es como un buen vino: no cabe la menor duda sobre su calidad, pero puede que no guste a todos en la misma medida.

Este montaje sobre la obra de San Juan es una adaptación crítica, muy crítica, que intenta con acierto poner en duda todo lo que San Juan expone en su evangelio. Multiplica los panes y los peces y Jesús se proclama "pan vivo bajado del cielo"; se define como "luz del mundo" tras dar la vista a un ciego o, después de resucitar a Lázaro, dice ser "resurrección y vida de los hombres".

Rafael Alvarez emplea una mezcla de mester de juglaría con un humor ácido, muy crítico y muy actual que, junto a la cantidad de registros vocales de los que hace gala, sirven para poner en duda, al menos, las bonitas palabras contadas, bajo la tradición oral, del Evangelio de San Juan.

Otro éxito de público con los espectadores entregados al actor desde el mismo comienzo de una representación que, siguiendo la tónica de las últimas producciones, se puede antojar un poco excesivamente larga.