Tras la decepción sufrida por sus seguidores el pasado 22 de agosto, cuando El Arrebato suspendía su concierto en Hinojosa del Duque por enfermedad, el concierto que ofreció el pasado miércoles supuso una grata sorpresa ante un artista que derrochó ganas y saber estar sobre el escenario de la Caseta Municipal de esta localidad, aunque la meteorología tuvo a la organización con los ojos puestos en el cielo, porque los satélites anunciaban agua.

Hacía tiempo que un directo no sonaba tan bien en la Feria de Hinojosa. A pesar del ruido de algunas atracciones, que solo se escuchaban entre canción y canción, se pudo asistir a un concierto que fue a más, donde hubo jóvenes y mayores, y donde todos disfrutaron, unos saltando cerca de su ídolo, y otros cómodamente sentados, todos ellos pasándolo en grande. En una breve rueda de prensa, antes del inicio del concierto, Javier Labardón, El Arrebato, manifestaba que no estaba al cien por cien, ya que tan solo unos días antes tuvo que suspender su actuación en Hinojosa y Bilbao por encontrarse hospitalizado. Pero sobre el escenario demostró lo contrario ya que cautivó a todos los asistentes, a los que dejó un magnífico sabor de boca en un concierto lleno de ritmo y calidad en el que el cantante lanzó mensajes en favor de la amistad y el amor por encima de los valores materiales.