LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO SAO PAULO (BRASIL), 1965

CARGO ACTUAL ESCRITOR Y PROFESOR DE FILOSOFIA EN EL IES BLAS INFANTE

TRAYECTORIA AUTOR DE SEIS LIBROS DE POEMAS, DOS ENSAYOS, TRES ANTOLOGIAS Y UNO DE AFORISMOS

Eduardo García presenta esta tarde, a las 20.00 horas en la Delegación de Cultura, el libro de aforismos Las islas sumergidas , en el que afirma que se han dado la mano sus facetas de profesor de filosofía y de poeta para "poner en duda la visión más convencional de las cosas". El acto será introducido por el periodista Roberto Loya y se enmarca en el ciclo Letras Capitales, del Centro Andaluz de las Letras.

--'Las islas sumergidas' (Cuadernos del vigía) es su primer libro de aforismos, ¿por qué le apetecía escribirlo ahora?

--Era una vieja ilusión. Ha sido en los últimos años cuando me embarqué en la aventura.

--¿Qué le aporta el aforismo frente a otro tipo de géneros?

--Siempre he tenido algún otro género en el que voy añadiendo libros que arropan los de poemas. Primero escribí dos ensayos, pero de pronto resultó que en el último ya dije lo que tenía que decir sobre la poesía y descubrí que me nacían unas brevísimas prosas, muy certeras, y me di cuenta de que ahí había un camino.

--¿Qué es lo más complicado en una obra así?

--Es un género de una exigencia inimaginable. Nacen como textos más largos que luego van recortándose y llegar a la almendra, a ese puñado brevísimo de palabras que lo digan todo, es lo que se hace realmente complicado. Está en el precipicio entre la poesía y el pensamiento.

--"Para alzar el vuelo, lo primero es perder el equilibrio". ¿Esta idea viene bien en el contexto actual?

--La verdad es que sí. Lo estamos padeciendo, pero las crisis son las que generan las transformaciones. Igual que, cuando el ave alza el vuelo, hay un momento en el que permanece en el aire y se desploma, nos desplomamos para luego dar un salto hacia otra realidad, espero que una pizca más justa o un poquito más feliz para todos.

--Este desplome, entre otros ámbitos, afecta de manera importante a la cultura y a la educación, a la que se dedica.

--Asistimos a una demolición paulatina del estado del bienestar. No sé qué nos deparará el futuro, lo que sí sé es que un pueblo que no lucha por conservar sus derechos está condenado a perderlos.

--Parece que otros eventos, como los deportivos, tienen más capacidad de movilización que la reivindicación social. ¿La ciudadanía está adormecida?

--Bueno, estamos dormidos porque quizá vivimos demasiado pendientes (y discúlpame, te lo digo con cariño) de lo que los medios nos muestran. También cuando se está sufriendo mucho, quizá el deporte y ese tipo de entretenimientos nos ayudan a sobrellevarlo. Aunque los jóvenes son los que más se están dando cuenta de lo que pasa y cómo pasa, porque ellos se han criado en la sociedad de los medios, de Internet, y están en otro sitio, no están viendo la tele.

--Como profesor de filosofía, ¿cree que es fácil transmitir la importancia de esta materia?

--La transmisión de la cultura nunca ha sido fácil. No creo mucho en estos análisis apocalípticos en los que los jóvenes de hoy en día son malos, porque eso es lo que han dicho siempre los viejos de los jóvenes. Hay de todo. Cuando crecen un poco, entre comillas crían juicio, su inteligencia se expande y hay una juventud interesantísima, que vuelve a interesarse por el pensamiento.

--¿Para qué sirve la filosofía en tiempos de crisis?

--Es algo un poco evidente. Yo sí sé para qué sirve la economía. Sirve para manipularnos a todos y hacernos creer que es inevitable lo que es perfectamente evitable. ¿Para qué existe la filosofía? Para desenmascarar discursos como el de la economía. --"Bajo la superficie de las cosas, su reverso. Ir al encuentro de las islas sumergidas". ¿Esta es la idea que se encierra en el libro que presenta hoy?

--Esa es la actitud que la filosofía me ha enseñado. No hay filosofía si no hay un pensamiento que desenmascare las apariencias, las falsas creencias, los tópicos. No hay un verdadero pensamiento si no es crítico con la realidad, si no te suministra un nuevo punto de vista original, que te abre caminos.