La cautela fue una de las claves de las ochenta victorias que logró Manfred Von Richthofen, conocido como el Barón Rojo, y su principal virtud como piloto de guerra, según ha dicho Eduardo Caamaño, autor de la biografía del que todavía es considerado el mayor as de la aviación militar. Publicada en coincidencia con el centenario de la Primera Guerra Mundial, esta biografía destaca la "madurez muy temprana" de Richthofen, quien empezó a volar con 23 años y murió volando al recibir un disparo a los 25, y "su sentido del deber", debido a su educación prusiana en una escuela de cadetes, según Eduardo Caamaño (Río de Janeiro, 1972). "Fue un hombre muy pragmático, muy consciente de que tenía que derribar al enemigo y volver vivo; nunca actuó de manera suicida o demasiado arriesgada, quería acabar la guerra vivo", ha asegurado el autor de esta biografía que lleva por título el nombre y el sobrenombre del mítico aviador. La biografía por primera vez publica en español los partes de vuelo que escribió el Barón Rojo y que se corresponden con las misiones en que cosechó las ochenta victorias.