¿Hay algo mejor que ver a la Feria del Libro a un lector fascinado ojeando un libro y sujeto a la tentación de hacerse con él? Pues posiblemente sí, observar la cara de curiosidad del pequeño que le acompaña y que se pregunta qué es lo que tanto emociona a su padre.

Y es que la presente edición de la Feria del Libro vivió ayer una de sus jornadas grandes, con 14 actos distintos (incluido un pasacalles infantil, aunque no necesariamente la jornada estuvo dedicada a los pequeños), el programa desarrollándose a la perfección desde la mañana, informaba desde la organización Inma Fernández, y mucho público familiar paseando entre los 46 puestos montados en el bulevar del Gran Capitán para los 33 expositores.

Todas las actividades de la Feria del Libro de Córdoba 2018 (PDF)

El día arrancó con una presentación de Amelia Serrano y Pilar Redondo de sus respectivas obras Relatos Químicos y Relatos de Humor, ambas de la editorial JM, presentadas por Juan Berastegui, Julio Merino, Federico Roca y Antonio Gil, con la coordinación de Charo Montaño.

La cita abrió un programa que contó con nada menos que 7 firmas de libros, 5 presentaciones de obras y la mesa redonda Poesía y redes: de la literatura digital al libro expandido, que coordinó el escritor Vicente Luis Mora.

Especial expectación levantó por la tarde el acto de firma de libros de los televisivos Modesto Barragán, Paz Santana y la reportera Carmen Ramos, que rubricaron ejemplares de Adisfrutarlo, un libro de la editorial Alfar sobre la buena mesa con el popular programa Andalucía Directo, de Canal Sur TV.

Y otra de las esperadas firmas de libros de la jornada fue la del profesor, escritor y actual subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado. «Mi firma en los documentos oficiales y en los libros es la misma. Yo soy auténtico en todo», reía devolviendo una broma sobre si su rúbrica era diferente para su lectores que para los documentos oficiales. Primo Jurado atendía a los lectores de su obra Los generales de África (Almuzara), publicado en noviembre del pasado año y en la que profundiza sobre generales que sirvieron en el Norte de África y su legado en Marruecos y, especialmente, en España, todo ello, con rigor pero con «objetividad» y un carácter «divulgativo». Precisamente, el primer lector que le pidió que firmara su libro iba acompañado de una pequeña que era todo ojos. «A ver si le metemos el hábito de leer», le confesó al escritor.