El cineasta y escritor David Trueba, que presenta en Cinema Jove de Valencia su última película, Casi 40, en la que narra el reencuentro 22 años después de los protagonistas del amor adolescente de su ópera prima La buena vida (1996), ha asegurado que hace cada película «como si fuera la primera vez», informa Efe. Casi 40, que se proyecta fuera de concurso en la 33 edición de Cinema Jove, es una road movie con tintes de musical en la que se narra el reencuentro de los personajes, que ahora vuelven a interpretar Lucía Jiménez y Fernando Ramallo, que actualmente están a punto de cumplir los 40 años. Ella se ha convertido en una cantante de éxito que ahora ya casi está de retirada de los escenarios y él sobrevive vendiendo productos de cosmética, y a raíz del encuentro se empeña en relanzar la carrera de su antiguo amor de adolescencia.

La historia es un viaje en furgoneta por la España interior, aunque también está empapada de música: las canciones que interpreta Lucía Jiménez a lo largo de la trama. «Para mí el paso del tiempo es el gran asunto de la ficción, y esta película pretende contar eso, cómo el tiempo trata a las personas», ha señalado Trueba, para quien, con el paso de los años, «no hay nadie que haya sido capaz de cumplir todas sus promesas de adolescencia».

El realizador y los dos actores no habían vuelto a trabajar juntos desde 1996. Entonces Trueba buscaba a dos chicos que no fueran actores profesionales y encontró a Lucía y a Fernando, que por entonces eran dos estudiantes, ella cantante de un grupo y él con buenas dotes para el dibujo y dos décadas después, tanto Jiménez como Ramallo son actores profesionales con una extensa carrera a sus espaldas.

«Los he encontrado mucho más maduros, lógicamente, pero ambos con unas ganas enormes de trabajar», ha asegurado y ha añadido: «Ahora son muy distintos y la vida los ha llevado por caminos muy distintos». La idea de volverlos a unir y, de alguna manera, continuar la historia de su ópera prima, no nace sin embargo de la faceta de cineasta de Trueba sino más bien de la de escritor: «Quería prolongar algunas ideas que estaban evocadas en mi última novela, Tierra de Campos». En su visita al festival, el actor Fernando Ramallo dijo que el rodaje ha sido «como estar en casa», en referencia al reencuentro con Lucía Jiménez y David Trueba, pero que, al mezclarse un poco ficción y realidad, ha tenido que «desnudarse como nunca».

En cuanto al ingrediente musical, Trueba ha sostenido que seleccionó canciones que en cierta medida hablaran del paso del tiempo, pero que tuvieran «distinto color emocional», y entre ellas ha destacado Miedo, de Jorge Marazu; Despertarme contigo, de Rebeca Jiménez, y Todo me recuerda a ti, del grupo valenciano Señor Mostaza. Casi 40 avanza «como un martillo» por las intimidades de los protagonistas y «su desencanto es probablemente el desencanto de toda una generación que ha visto cómo en España se han pulverizado sus ideales de vida y profesión», en palabras del director, para quien la precariedad laboral ha alterado la crisis de los 40 tradicional, que implicaba replantearse la vida o cambiar de trabajo incluso, pero ahora «no existe ese trabajo o, si lo hay, es completamente precario».