Sus gestos y su expresividad denotan que es un hombre de teatro. Todo personalidad. Ataviado con un sombrero y una gran pasmina al cuello, atiende a este periódico con una cordialidad desbordante a la salida del Gran Teatro, mientras pasea por el centro de Córdoba. Se encuentra en esta ciudad invitado a Cosmopoética para mostrar su monólogo Rosa fresca fragantísima y otras juglarías , con la colaboración de su mujer, la actriz Franca Rame, que encarna a Medea, de Eurípides.

--Siempre ha concebido el arte como denuncia social.

--Como denuncia social y diversión. Si no hay diversión, no se puede llegar a la denuncia.

--¿Sigue creyendo necesaria esta combinación?

--Sí, aunque cuando hablo de diversión no estoy hablando necesariamente de reír, sino de la sorpresa, el estupor, la emoción... Y, sobre todo, de dar una alegría y un goce intelectual auténtico.

--¿Cómo es la relación con la poesía de un hombre de teatro como usted?

--Desgraciadamente, la gente cuando piensa en poesía piensa en sonetos, en las rimas, pero no, no es eso. La poesía es poner sonidos y dimensiones que no son comunes, sino que son reinvenciones de la realidad. Esto siempre se os escapa. Una canción grotesca puede ser poesía también. Una tragedia con una dimensión de crónica puede ser poesía de alto nivel. La poesía tiene que conjuntar todas las formas y dimensiones de una situación social.

--Usted ha arremetido contra el poder del capitalismo, la mafia, el Vaticano, ¿le ha valido la pena o le ha creado graves problemas?

--Sí, ha habido problemas porque cuando das en el sitio correcto provocas reacciones y son reacciones que a veces pueden ser violentas. Y, sobre todo, te cortan las piernas, en el sentido de que te cortan las posibilidades de trabajo, del oficio. Nosotros (se refiere a él y a su mujer, la actriz Franca Rame) hemos sufrido censura durante 16 años en los que no hemos podido ir a la televisión, borrados del mapa. Franca ha sido víctima de violencia física y yo mismo he terminado en la cárcel.

--¿Borraría o suavizaría algo de lo hecho años atrás con tal de no haber pasado por eso?

--No, yo creo que hemos cometido errores, claro, pero los errores han sido útiles para comprender la situación. No creo que, como decía San Ambrosio, un gran santo de Milán, incluso Jesús, que era hijo de Dios, denunciara sus propios errores.

--¿El siglo XXI sigue necesitando a los juglares?

--La ironía, el sarcasmo, la sátira, que es el arma del juglar, necesita constantemente la figura de los juglares. La sátira es la forma más directa de entender la verdad de las cosas, es desnudar el poder para poder leerlo mejor.

Darío Fo, que ajustó un ácido retrato de Berlusconi en L´anomalo bicefalo , se siente "contento y desesperado", confiesa irónico, por la victoria presidencial.

--¿Cómo es la colaboración profesional que ha tenido con su mujer durante más de 40 años?

--Hace 50 años, cuando empecé con el teatro, yo sabía poco del teatro y encontré a Franca por primera vez en el escenario de un teatro, durante los ensayos. Enseguida entendí que ella era la persona que más sabía de teatro en ese escenario porque Franca nació en una familia de actores italianos. Y no sólo conocía los ritos, sino la sustancia y la naturaleza del teatro, lo verdadero y lo falso. He entendido muchas cosas del teatro, pero viviendo luego en el teatro he descubierto que mucho era literatura. Franca ha sido mi primera maestra. Ella no deja de enseñarme lo que tengo que hacer y lo intenta por todos los medios: con un gesto, me hace entender que tengo que subir la voz. Con otro, que tengo que dar más ritmo. (En este punto Darío Fo escenifica los gestos: tose, hace ademán con los dedos de cortar con tijeras... Puro talento). Ella me dice la verdad y es lo que espero. Si tengo que tirar un texto, me lo dice.

Franca, que lo acompaña en Córdoba, aclara que "cuando todo el mundo lee una nueva comedia de Darío le dicen que muy bien. Pero yo, si percibo que no va a funcionar, no puedo decirle que está bien porque yo luego voy a actuar.

FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO SAN GIANO, 1926

TRAYECTORIA PREMIADO CON EL NOBEL EN 1997, ENTRE SUS OBRAS MAS CELEBRES FIGURAN ´MUERTE ACCIDENTAL DE UN ANARQUISTA´ Y ´AQUI NO PAGA NADIE´. EN EL 2002 LANZO SU AUTOBIOGRAFIA