La delegada provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Mercedes Mudarra, informó ayer de que los restos de arrabal islámico, asociado a una necrópolis del siglo X, que se han hallado en el desarrollo de las obras de urbanización de la avenida de Libia, en el ensanche de la calle Pablo León, se desmontarán por completo sin conservar prácticamente nada. Según Mudarra, los elementos encontrados en la zona están en muy mal estado de conservación y además no son lo bastante interesantes o significativos para que deban ser estudiados en más profundidad.

Según la delegada, esto se debe a que los arrabales orientales de la ciudad, de los que existe escasa documentación hasta la fecha, estaban poblados por gente del pueblo mientras la zona de Poniente albergaba a la parte más noble de la sociedad, lo que se observa en los materiales y en la estructura de las casas, así como en los enterramientos.

Siguiendo las previsiones, las obras de urbanización de la avenida de Libia continuarán en febrero, una vez concluyan los trabajos de los arqueólogos, que antes de retirarse procederán a seleccionar parte de los restos humanos hallados en la necrópolis para estudiarlos desde un punto de vista antropológico, con el fin de abundar en la forma de vida, las enfermedades y otros factores de índole sociológico en relación a los habitantes de esta parte de la antigua Qurtuba.

En relación a la necrópolis hallada, Mayte Casal, arqueóloga e investigadora de la Universidad de Córdoba, indicó ayer que "se conocen por los textos literarios hasta un total de 21 maqibir o cementerios andalusíes en Córdoba que, generalmente, se ubicaban en espacios reservados para ello en las zonas de expansión de la ciudad y en directa relación con los arrabales". En la mayoría de los casos, "el cadáver se sitúa en la fosa desprovisto de ataúd, con un sudario, orientado en ángulo recto con la qibla de la Meca, en el caso de Al-Andalus eje NE-SO", tal y como se observa en los enterramientos hallados en Cañero.