La perseverancia y el coraje son las cualidades que encarna la protagonista de la última película de Isabel Coixet, La librería, que ayer subió el telón de la 62 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), en una edición marcada por la mayor presencia femenina de toda su historia.

Una historia basada en el libro homónimo de la escritora inglesa Penelope Fitzgerald ha sido la seleccionada por el festival para inaugurar una edición que pretende dar «el poder a las mujeres», tal y como destacó ayer el director de la Seminci, Javier Angulo, momentos antes de dar la palabra a los protagonistas de este primer pase del festival. Un «empoderamiento» del género femenino en el mundo del cine que Coixet también reivindicó, pues, aunque «no todas las mujeres son genios, sí que tenemos derecho a ser mediocres», dijo la directora catalana, quien también aseguró que no sabe si un mundo más igualitario sería «mejor o peor», pero «sí sería más justo».

Precisamente estas máximas son las que lleva a la pantalla la actriz británica Emily Mortimer, quien encarna la piel de una mujer, Florence Green, en el ecuador de su vida que decide tomar las riendas de su futuro y se aventura a regentar una librería en un pequeño pueblo inglés (Hardborough), sueño que compartía con su difunto marido.

REFLEJADA en la historia // Sin embargo, «al igual que en el mundo real», la señora Green pronto descubrirá que «el mundo no es normal» y que siempre hay «argumentos para amargarse la vida, aunque en eso consiste vivir, en levantarse y seguir», reflexionó Coixet, quien reconoció que desde que este proyecto llegó a sus manos, no ha podido evitar ver reflejada su vida en la protagonista de su film.

Pero estos pasos firmes y decididos de la protagonista encaminados a abrir la librería no contarán con el beneplácito de toda la población local, en especial con el de una aristócrata local a la que da vida Patricia Clarkson, lo que sitúa a la protagonista en una encrucijada donde a muy pocos puede llamar amigos. Entre ellos se encuentra el señor Brundish, encarnado por Bill Nighy, un sensible e introspectivo amante de la literatura que defiende el coraje de la librera, una profesión que el actor reivindicó ayer de manera ferviente y que reconoció que es una de sus «pasiones».

Sobre la presencia del actor inglés, quien anteriormente interpretó a Davy Jones en la saga Piratas del caribe, Coixet reconoció que es el «sueño húmedo de cualquier director», un actor capaz de interpretar «hasta a una silla» que esconde en su mirada un «mundo turbulento y el prototipo de carácter inglés».