La Casa Góngora acogió ayer un acto de homenaje al poeta cordobés afincado en Madrid Manuel Alvarez Ortega, fallecido en junio de este año, para cuyo legado, donado a la ciudad por expreso deseo del autor, el Ayuntamiento está buscando una ubicación. El acto de ayer, que cierra en su ciudad natal los actos en recuerdo a Alvarez Ortega, iniciados en Madrid, contó con la presencia de su sobrino Rafael Alvarez del Olmo, sus albaceas y poetas amigos, Marcos Ricardo Barnatán, Jaime Siles y Juan Pastor, que destacaron la "radicalidad estética" de la obra de "un poeta moderno que intenta abrir la lengua española a los sistemas europeos y que se identifica con la poesía simbolista alemana e inglesa". Según Pastor, la relación de Alvarez Ortega con Córdoba, un poeta independiente poco aficionado a relacionarse con los círculos literarios, fue intensa a pesar de la distancia. "Siempre tenía un libro sobre Córdoba en la mesita de noche, porque esta ciudad representaba su paraíso de niñez y juventud y un elemento muy presente en su obra en múltiples referencias al río".

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, Juan Miguel Moreno Calderón, explicó que "Córdoba se siente muy honrada por poder contar con el legado de un cordobés universal y traductor de los poetas franceses" y señaló el interés del Ayuntamiento por acoger el legado de Alvarez Ortega, "a quien tenemos previsto realizar un homenaje más amplio".

Según sus albaceas, que quieren crear una fundación en nombre del autor, Alvarez Ortega donó todo su patrimonio económico y cultural a Córdoba, lo que incluye su casa, una biblioteca con más de 12.000 volúmenes, esculturas y más de 300 cuadros. De momento, según las fuentes consultadas, se está estudiando la posibilidad de reunir toda la obra en la Casa Góngora.