Un total de 17 libreros llegados de muy distintos puntos de España, como Valencia, Baleares, Murcia, Cádiz, Granada, Barcelona y Valladolid, ofrecen desde ayer y hasta el 19 de noviembre en el Bulevar del Gran Capitán un recorrido para «curiosear», la principal característica de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, según Rosa María Sardá, coordinadora de la cita, que llega a su 37 edición. De nuevo, los cordobeses pueden encontrarse, además de libros de segunda mano, con cosas que ni esperan, como láminas y posters antiguos, cómic, discos de vinilo, viejas colecciones o rarezas como la colección completa de una edición de crisolines que la editorial Aguilar comenzó a publicar en los años cuarenta. «No se compraban, se obsequiaban, por lo que es bastante raro conseguirla entera», señaló Sardá, cuyas expectativas «son buenas, porque estamos en un lugar privilegiado y con un tiempo maravilloso». A la inauguración de la cita acudió el delegado municipal de Cultura, David Luque, que destacó que es «una de las actividades más constantes y antiguas que se realizan en el ámbito de la cultura en al ciudad».