Cada vez que Isaki Lacuesta escucha a un empresario o un político decir que los ciudadanos han vivido por encima de sus posibilidades, le da la risa. Tanto que ha adoptado la frase para el título de su nueva película, Murieron por encima de sus posibilidades , una comedia negra hecha con la vocación de retratar el momento actual de España: banqueros y políticos corruptos, revolucionarios que no lo son tanto y gente de la calle que no mueve un dedo para cambiar las cosas.

Lacuesta no es el único cineasta que mostrará en la gran pantalla las miserias del país. Icíar Bollaín --que contará en un documental la cruda realidad de los españoles obligados a emigrar debido a la crisis-- y Alberto Rodríguez --que mostrará la sordidez de la Transición-- son otros dos primeros espadas de la industria del cine que se han puesto críticos. Lo serán también (cuando empiecen a rodar) Daniel Calparsoro con Cien años de perdón y Enrique Urbizu con 2014 hijos de puta . El cine, al ataque.

Conscientes de las críticas que suscita el hecho de que alguien que se dedica a hacer películas hable de política, Lacuesta recuerda que el cine no solo tiene la función de entretener, que también, sino la de "reflejar la sociedad en la que vivimos para entenderla mejor". Bollaín añade que el cine forma parte de la vida y que, por lo tanto, es la herramienta idónea para ser testigo de una sociedad y un tiempo. "Con todo lo que está pasando, lo que me preocuparía mucho es que ningún director lo contara. Entonces me preguntaría: ¿qué pasa? ¿estamos dormidos?"

Definida por su director como un "esperpento", Murieron por encima de sus posibilidades es la frenopática y disparatada historia de cinco tipos "normales y corrientes" ingresados en un psiquiátrico que pactan una solución para acabar con la crisis: secuestrar y torturar al presidente del Banco Central. El asesinato de banqueros y políticos es, en opinión de Lacuesta, el sueño doméstico que define la España contemporánea. La comedia salvaje del director catalán --que ha reunido en el reparto a todo el cine español (José Coronado, Luis Tosar, Raúl Arévalo, Bárbara Lennie-)-- se estrenará en el inminente Festival de San Sebastián.

Lo mismo sucederá con En tierra extraña , el documental de Icíar Bollaín, que incluye en el metraje un monólogo de uno de los actores más combativos en términos políticos: Alberto San Juan. También en San Sebastián se estrenará La isla mínima , que no es ni una comedia salvaje ni un documental sino un thriller puro y duro realizado por el director de Grupo 7, Alberto Rodríguez. Es, además, una de las mejores películas españolas del año. Ubicada en los años 80, narra cómo dos policías son enviados desde Madrid a Sevilla para resolver el siniestro caso de dos jóvenes hermanas desaparecidas en un pueblo de las marismas de Guadalquivir. "Mi primer ejercicio como director es que el público se entretenga y se divierta. Pero como ciudadano soy crítico con el momento en el que vivimos y me parece bien que las películas hagan pensar al espectador", afirma el director, que ha incluido en el guión un oscuro y muy sutil dibujo de la Transición.

Por su parte, 2014 hijos de puta , de Enrique Urbizu (No habrá paz para los malvados ), arranca con el suicidio de un hombre de finanzas en un campo de golf y aún no hay fecha para empezar el rodaje. Tampoco Daniel Calparsoro ha empezado a filmar Cien años de perdón , en la que Jorge Guerricaechevarría (guionista de Alex de la Iglesia y Daniel Monzón) escribe cómo unos ladrones atracan un banco en Valencia. No se trata de un atraco al uso, sino una operación orquestada por políticos corruptos.

El 2014 será un año de cine y política, pero no solo se hablará de crisis y corrupción. El conflicto etarra también se cuela en el panorama cinematográfico. Sin ahorrar ni una gota de sangre, Lasa y Zabala (que está dirigida por Pablo Malo y que también se estrenará en San Sebastián) bucea en las cloacas del Estado y retrata la primera acción terrorista del GAL: el secuestro, la tortura y el asesinato de dos presuntos miembros de ETA en 1983.

La que, de momento, no tiene fecha de estreno es Fuego , la historia de un policía (José Coronado) que decide vengarse del etarra que mató a su mujer y dejó paralítica a su hija. "Es una película dura y valiente", asegura Coronado, que admite que el hecho de que ETA haya dejado de matar ha permitido que el cine afronte con relajo un asunto espinoso.