Tulamax Teatro presentó el texto teatral original de Toni Marquet con un título muy elaborado: Dime que me quieres sin que yo te lo pregunte. La obra está protagonizada por Auxi Jiménez, Irene Lázaro y Rafa Blanes, acompañados por Rubén Gutiérrez. Se trata de un montaje diseñado para obtener la cercanía del público en un espacio no convencional, podemos decir de escenario abierto, en el que el espectador se sitúa en el mismo espacio que la representación, rodeando la escena, por lo que los actores se mueven a un metro escaso de los asistentes al espectáculo.

Es la segunda obra de Toni Marquet y en ella el autor se mueve entre una mezcla de naturalismo y realismo. Presenta un debate sustentado en las relaciones humanas interpersonales en un espacio-tiempo en el que la sociedad está inmersa en una de las más graves crisis políticas, económicas, sociales y de relación en nuestro país y en el mundo.

La función muestra el deterioro de las relaciones vitales entre tres personajes: Susana y Javier son pareja, ella está embarazada, y Maite es amiga de ambos. El conflicto central surge al descubrir Susana unas cartas de amor, llamadas, y correos en el móvil de Javier que le hacen ver su infidelidad e, incluso, presencia como él se besa con Maite. El enfrentamiento está servido. De aquí nace todo el torbellino interior que aflora hacia el público. Susana se debate entre el amor y el desamor y los tres abordan su propio yo desde largos parlamentos filosóficos que muestran lo visceral de cada una de las formas de enfrentarse a la vida diaria, ya sea mirando hacia atrás o no, para terminar, como dice Susana, «todo se acaba, y si no se acaba, lo bueno es saber que las cosas suelen tener un final». Muy solvente y limpia la interpretación de Irene Lázaro y Auxi Jiménez, con un Rafa Blanes que se compenetra perfectamente con ellas desde un personaje al que, en mi opinión, le harían falta un par de retoques en la dicotomía entre infidelidad y oposición a la corrupción económica y política.