Los gobiernos de Cataluña, Valencia y Baleares han firmado este lunes la Declaració de Palma, un acuerdo por el que manifiestan la voluntad de iniciar una nueva etapa de relaciones con el fin de reforzar los vínculos históricos y culturales de los tres territorios. En la reunión que ha tenido lugar en el Museu de Mallorca, la consejera de Cultura del Gobierno balear, Ruth Mateu,el de Cataluña, Santi Vila, y el valenciano, Vicent Marzà, han mostrado su intención de trabajar conjuntamente aprovechando el actual escenario histórico entre las tres administraciones.

Mateu ha destacado la importancia de beneficiarse de "los vientos favorables que ha brindado esta etapa política" para crear sinergias con el fin de "reforzar proyectos comunes de dentro y de fuera del territorio". Por su parte, Vila ha manifestado la necesidad de intensificar los vínculos entre los tres territorios: "Es imposible entender nuestra cultura sin las aportaciones de los creadores baleáricos o valencianos". Mientras que Marzà ha asegurado que el "acuerdo es la primera piedra para construir puentes en vez de muros a un verdadero y eficaz corredor mediterráneo cultural". El consejero valenciano también ha augurado una repercusión positiva en los sectores culturales, "tanto en la ampliación de circuitos de programación como en el rendimiento económico de las propuestas creativas".

INSTITUT RAMON LLULL

La declaración permitirá reforzar el mercado interior cultural y facilitará el movimiento creativo entre los tres territorios,impulsando circuitos de artes escénicas, visuales, música, literatura, audiovisual y cultura popular y tradicional. También se coordinaran tareas de promoción literaria y se promoverán programas de intercambio de autores.

Otro ámbito en el que incide la Declaració de Palma, quizá el más polémico para ciertos sectores valencianos, es el de la política lingüística. Se trabajará para la creación de un sistema de acreditaciones de conocimientos lingüísticos "compartido y compatible", al tiempo que se caminará "a una versión común de las traducciones de la legislación estatal", "se coordinarán las políticas de fomento de la lengua" y se"impulsarán iniciativas comunes contra las políticas estatales lesivas para la lengua compartida".

El compromiso de los tres gobiernos con el Institut Ramon Llullcomo organismo de promoción exterior e internacionalización de la cultura y la lengua es otro de los aspectos que contempla la declaración. Acuerdo que, además, contempla una política conjunta en aspectos de patrimonio y de bibliotecas, como la creación de rutas culturales compartidas, el intercambio de exposiciones y un futuro catálogo de fondos bibliotecariso de préstamo digital común.

OPOSICIÓN DE Cs

Para todo ello, las instituciones implicadas se han comprometido a trabajar en comisiones que se reunirán periódicamente para materializar los acordes firmados. Algo que a lo que el portavoz de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana, Fernando Giner, se ha proclamado en contra. En un comunicado ha asegurando que el acuerdo es "una agresión a la autonomía y singularidad de la Comunitat Valenciana" porque "tiene el objetivo de reforzar la idea de los Països Catalans e imponer la unidad de la lengua". Tampoco se ha mostrado partidario de intensificar la relación entre el Institut Ramon Llull y Valencia: "No permitiremos que con el dinero de los valencianos se paguen las campañas de márketing y promoción soberanistas de Puigdemont en el exterior de España".