Poco a poco, la cartelera cinematográfica se ha puesto de lo más interesante, gracias a una serie de títulos que salpican la programación, verdaderas joyas artísticas, incluso alguna de ellas puede disfrutarse en versión original para así poder escuchar las verdaderas voces que conforman parte de las interpretaciones que, a veces, son lo mejor de la película. Por ejemplo, el magnífico trabajo que realiza Maggie Smith en 'The lady in the van' --un texto del siempre fascinante y prolífico escritor, dramaturgo, actor y guionista que es Alan Bennett (de quien recomiendo, ahora que tanto se habla de la corona británica, leer 'Una lectora nada común')--, componiendo una extraña y marginada anciana que vive en una vieja furgoneta que acaba colocando frente a la casa del escritor, entablándose una relación de lo más curioso entre ambos. La película, un tanto mestiza, basada en hechos reales, reflexiona sobre muy diferentes temas con sencillez y profundidad, sabiendo en todo momento su director (Nicholas Hytner) cómo no traspasar algunas líneas rojas.

Por otra parte, el pasado fin de semana se estrenó una comedia dramática francesa cuyo guión se sitúa en el marco judicial de provincias. Divertida, encantadora, profunda. 'El juez' contiene una excelente y contenida interpretación de Fabrice Luchini en el papel del magistrado Racine, un exigente juez que volverá a encontrarse con la única mujer que ha amado platónicamente muchos años atrás, aunque ahora será como un miembro más del tribunal encargado de juzgar un caso de homicidio. Christian Vincent dirige con ritmo justo esta historia, exquisita para los más exigentes. Por último, cine nacional de calidad, la última de Almodóvar: 'Julieta'. Un profundo relato sobre la culpa, el desgarro, el vacío de la ausencia y el abandono. Para verlo más de una vez, con inmensas actuaciones femeninas como las de Adriana Ugarte o Emma Suárez. Cine serio, sin concesiones. De lujo.