Con un espectáculo de imagen y sonido, Francisco Bernier presenta en el Festival de la Guitarra de Córdoba el concierto - proyección “Luces de la ciudad”, en el que pone música a la película de Chaplin, acompañada de interpretaciones en directo. Bernier selecciona una serie de piezas de compositores, en su mayoría, americanos, contenidos en su reciente disco Vals sin nombre.

Con una cuidada puesta en escena, el guitarrista aparece sentado a la derecha del escenario, con una luz tenue, dejando ver la pantalla que nos hizo recordar el cine que antaño ocupaba la localización del actual Teatro Góngora.

La música provenía exclusivamente de la guitarra, que iba coloreando los históricos fotogramas en blanco y negro. La relación entre música e imágenes, si bien no es una banda sonora al uso, nos da una vivencia paralela de artes, con un guión establecido en el que el guitarrista va siguiendo con la mirada cada secuencia.

El ambiente general creado por la música estaba cercano a la melancolía y a la nostalgia, aunque en ocasiones el toque cómico del personaje arrancaba algunas risas, y hasta parecía danzar al paso marcado por algunos valses venezolanos.

Los títulos seleccionados dan cuenta de esta apreciación: Choro Melancólico; Evocación; Melancolía, monotonía y nostalgia; Canción triste; Melodía sentimental… Cada pieza pretendía fundirse con la historia, con algunos momentos en los que la música es un mero relleno ornamental, y otros de gran carga emotiva, propiciada por las conmovedoras escenas y por la interpretación, de gran sensibilidad. Incluso usó melodías como leit motiv, para evidenciar algunos personajes o momentos. Un buen trabajo, que está dando sus frutos con una serie de espectáculos de temática similar.