Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Mama, José Manuel Belmonte exhibe su última escultura, El vuelo de Julia, para rendir tributo a las mujeres que padecen esta enfermedad. Se trata de una pieza que incide en uno de los momentos más duros del tratamiento, la mastectomización, con el que el artista se siente especialmente sensibilizado por haberlo visto en una amiga cercana.

Tras haberse encontrado con las manos del artista, el inspirador relato de esa mujer se ha transformado en un busto en el que ella sostiene ahora un ala cortada para sustituir al pecho que le ha sido extirpado. Un ala «que le servirá para seguir volando», declara Belmonte, quien dice haberse sentido «muy mujer» durante el proceso de elaboración. Proceso en el que ha sido fundamental la mano del pintor cordobés Rafael Cervantes, «hermano artístico» del escultor, quien ha colaborado con el policromado de la obra.

No es la primera vez que Belmonte vira sus motivaciones artísticas hacia el compromiso social, ya lo hizo en el 2011 con El recreo de los ausentes, una serie dedicada a los mayores con alzheirmer. Hoy, a las 19.00 horas, en el Museo de Bellas Artes, el artista volverá a incidir en esas motivaciones acompañado de la vicepresidenta de la Asociación española contra el cáncer, Inés Entrecanales.