Aunque ya habló el pasado miércoles en Madrid de la gira que hoy inicia en Córdoba la Orquesta West--Eastern Divan con un concierto que servirá para conmemorar el 700 aniversario de la Sinagoga, el director y pianista Daniel Barenboim no quiso dejar de tener un encuentro con los medios de comunicación de la ciudad en este enclave histórico para hablar en Andalucía de esta minigira que los llevará mañana a Madrid, el domingo a Sevilla y el lunes a París, donde participará en la inauguración de la nueva Sala Filarmónica de París.

Una vez más, el maestro --al que acompañó Mariam Said, viuda del filósofo Edward Said, creador junto a Baremboim del proyecto que reúne con espíritu de concordia a jóvenes talentos musicales palestinos, árabes e israelíes-- habló de música, pero también de este proyecto "humano secular", del conflicto entre israelíes y palestinos y de tradiciones, más que de religiones, subrayando que "de una u otra manera tenemos que aprender a vivir juntos"

"Emocionado" entre las paredes de "esta pequeña sinagoga", Barenboim aprovechó esta ocasión, que supone su tercera visita a Córdoba, para mostrar su "agradecimiento" a la Junta de Andalucía, "que nos ofreció un hogar en Sevilla en el 2002, algo que para nosotros es muy importante porque esta región de España es donde siempre hubo convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos, lo que la hace histórica".

ANIVERSARIO "Venimos a Córdoba este año también para celebrar los 700 años de esta sinagoga, porque el nuestro no es un proyecto político y tampoco religioso, es un proyecto humano secular, donde están representadas, no las tres religiones, sino las tres tradiciones: cristiana, musulmana y judía", continuó el director argentino, que aseguró que el gran problema del conflicto entre Israel y Palestina "no es un problema político y no se puede resolver con la fuerza militar" y, según como van avanzando las cosas, "una solución política es algo que cada vez parece menos factible".

"Ayer leí con mucho placer en el periódico que se habla de Córdoba como ciudad del conocimiento", continuó el prestigioso director de orquesta, que subrayó que "es increíble el grado de intelectualismo que pasó por aquí". En cuanto a los graves sucesos de París, insistió en que "nuestro mensaje es el mismo desde el principio. Es un mensaje de inclusión y lo que esta pasando en el mundo nos preocupa mucho. Seguimos con nuestra tarea de buscar la inclusión y de desarrollar este proyecto de entendimiento". En este sentido se manifestó Mariam Said, que se mostró "orgullosa y contenta" de participar en el aniversario de los 700 años de la Sinagoga.

Al respecto, Barenboim señaló que no es "una persona religiosa", asegurando que "hemos llegado a un punto en el que no hay una religión, sino una tradición que sigue viviendo, igual que la musulmana o la cristiana, con valores que pretenden ser los suyos, cuando, en realidad, son todos valores humanos". Así, destacó que "cuando se habla de la tradición judía, de Maimónides, se habla de la inteligencia, de la salud, con el sentido de tradición que debemos tener los seres humanos, y nosotros los músicos más, porque ejecutamos obras escritas hace doscientos o trescientos años igual que las que se escriben hoy en día".

En cuanto al programa que dirigirá hoy en el Gran Teatro, integrado por piezas de Claude Debussy, Pierre Boulez y Maurice Ravel, aseguró que en principio se planeó para el concierto de París, "y me pareció una buena idea poner la obra contemporánea de Boulez entre los dos genios de la música francesa, Debussy y Ravel". Por último, no quiso manifestarse al ser preguntado por la polémica de la titularidad de la Mezquita: "No conozco el tema. No me puedo permitir hacer ningún comentario, no por discreción sino por ignorancia".