El bailaor cordobés Ángel Muñoz «indaga para buscar nuevas vertientes» en su espectáculo Claroscuro, que ayer estrenó en el Teatro Villamarta de la localidad gaditana de Jerez de la Frontera, dentro del XXI Festival de Jerez. Según informó la organización del festival en una nota, se trata de un montaje en el que introduce la música electrónica en directo y donde se crea «un nuevo vocabulario en torno al flamenco». «Es una mirada más intensa y más profunda de lo que hicimos con Ángel, del Blanco al Negro. En ese espectáculo abrimos nuevas vertientes y ventanas para seguir buscando», señaló recientemente Ángel Muñoz, recordando que en aquella «sugerente propuesta» se jugaba con los diferentes estilos de pintura y lo que éstos representaban en el ámbito de la luz y la oscuridad. El juego se extendía a la «ambivalencia» de las apariencias y de la comunicación. «Una especie de vuelta de tuerca» hacia los conceptos tradicionales que, de algún modo, Ángel Muñoz trasladaba al escenario, «aunque siempre partiendo de la música», detalló.

Sin embargo, en esta ocasión, su Claroscuro «no tiene un referente musical como punto de partida». Cuando Daniel Muñoz --que en el elenco aparece bajo el nombre artístico de Artomático y asume la dirección del montaje-- le propone la idea de este Claroscuro, Ángel Muñoz confesó que se quedó «impactado». No obstante, no hizo remilgos al proyecto basándose «en la confianza ciega», ya que el bailaor asegura que «él sabe lo que busco, lo que me gusta y hasta lo que no he buscado y me gustaría encontrar». Eso que parece haber encontrado ahora consiste en que el elenco artístico «no desarrolle sus habilidades» conocidas, sino que se implique conceptualmente en aras a la creación de «un nuevo vocabulario donde todos nos sentimos cómodos», precisó Daniel Muñoz.

En esta travesía --donde la estructura del espectáculo tiene suficientes rendijas para la improvisación-- el propósito es «dar un paso más» desde el punto de vista artístico.