El químico Avelino Corma, uno de los tres galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación 2014, ha reclamado hoy que

El químico Avelino Corma, uno de los tres galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación 2014, ha reclamado hoy que la formación de jóvenes y científicos se dirija a conseguir una sociedad más justa y respetuosa con un planeta que debe transmitirse a futuras generaciones en las mejores condiciones.

Corma ha recibido hoy en Oviedo de manos del Rey Felipe VI el Príncipe de Investigación junto a sus colegas estadounidenses Mark E. Davis y Galen D. Stucky por su contribución al desarrollo de nuevos materiales que han permitido reducir las emisiones contaminantes, crear nuevos fármacos o mejorar alimentos.

En la ceremonia de entrega de los premios que se celebra en el Teatro Campoamor de Oviedo, Corma ha dicho que, en un mundo dominado por una economía "a veces deshumanizadora" que exige obtener cada vez más beneficios y resultados a corto plazo, hay que plantearse que el objetivo de la formación no puede ser sólo triunfar a corto plazo.

"Lo que pretendemos es que nuestros jóvenes alcancen una formación integral como seres humanos libres y conscientes de su responsabilidad social", ha señalado Corma, para quien los centros públicos de investigación y la Universidad deben lograr una sociedad que tenga en cuenta que el planeta es "un préstamo" que se debe transmitir a las futuras generaciones en las mejores condiciones.

Corma ha asegurado que este galardón supone también un reconocimiento a la química e ingeniería química y a los investigadores que "de una manera callada y continuada" trabajan en este país, así como a los que han tenido que buscar oportunidades profesionales fuera de él.

El prestigio del premio debe, en su opinión, suponer una llamada de atención a la sociedad y a quienes la dirigen "para que no olviden que la mayor parte de los problemas, incluyendo los generados por el ser humano, necesitan de la ciencia y la tecnología para encontrar las soluciones".

"Un país sabio es el que invierte en el que lo hace más grande y respetado y hace más felices a sus ciudadanos: educación, bienestar social, cultura e investigación y desarrollo tecnológico", ha afirmado este experto en el desarrollo de materiales microporosos y mesoporosos y catalizadores de aplicación en la industria petroquímica o de los plásticos biodegradables.

Tras advertir que su actividad diaria se desarrolla en un laboratorio, Corma ha tratado de transmitir la idea de que la química es una disciplina global y al mismo tiempo transversal que trata de controlar y dirigir distintas reacciones para obtener el producto deseado de manera selectiva.

"Es precisamente en esta selectividad química en la que se basa la vida", ha afirmado el científico valenciano, para quien la vida no deja de ser el resultado de "un gran número de reacciones químicas concadenadas", al igual que los sentimientos y emociones más profundos.

Corma ha destacado la importancia de los catalizadores en los que trabajan los premiados con el Premio de Investigación, por ser los responsables de que las reacciones químicas se produzcan más rápidamente, y ha subrayado que la química y la catálisis han estado siempre presentes en las grandes revoluciones de la humanidad.

Como ejemplo ha señalado su aportación a la fabricación de fertilizantes sintéticos con el consiguiente aumento de la producción agrícola, o la obtención de polímeros orgánicos que han mejorado la agricultura, el transporte, las comunicaciones o la sanidad.o seres humanos libres y conscientes de su responsabilidad social", ha señalado Corma, para quien los centros públicos de investigación y la Universidad deben lograr una sociedad que tenga en cuenta que el planeta es "un préstamo" que se debe transmitir a las futuras generaciones en las mejores condiciones.

Corma ha asegurado que este galardón supone también un reconocimiento a la química e ingeniería química y a los investigadores que "de una manera callada y continuada" trabajan en este país, así como a los que han tenido que buscar oportunidades profesionales fuera de él.

El prestigio del premio debe, en su opinión, suponer una llamada de atención a la sociedad y a quienes la dirigen "para que no olviden que la mayor parte de los problemas, incluyendo los generados por el ser humano, necesitan de la ciencia y la tecnología para encontrar las soluciones".

"Un país sabio es el que invierte en el que lo hace más grande y respetado y hace más felices a sus ciudadanos: educación, bienestar social, cultura e investigación y desarrollo tecnológico", ha afirmado este experto en el desarrollo de materiales microporosos y mesoporosos y catalizadores de aplicación en la industria petroquímica o de los plásticos biodegradables.

Tras advertir que su actividad diaria se desarrolla en un laboratorio, Corma ha tratado de transmitir la idea de que la química es una disciplina global y al mismo tiempo transversal que trata de controlar y dirigir distintas reacciones para obtener el producto deseado de manera selectiva.

"Es precisamente en esta selectividad química en la que se basa la vida", ha afirmado el científico valenciano, para quien la vida no deja de ser el resultado de "un gran número de reacciones químicas concadenadas", al igual que los sentimientos y emociones más profundos.

Corma ha destacado la importancia de los catalizadores en los que trabajan los premiados con el Premio de Investigación, por ser los responsables de que las reacciones químicas se produzcan más rápidamente, y ha subrayado que la química y la catálisis han estado siempre presentes en las grandes revoluciones de la humanidad.

Como ejemplo ha señalado su aportación a la fabricación de fertilizantes sintéticos con el consiguiente aumento de la producción agrícola, o la obtención de polímeros orgánicos que han mejorado la agricultura, el transporte, las comunicaciones o la sanidad.