El Museo Arqueológico de Córdoba inauguró ayer una exposición relacionada con el origen del bautismo tal y como lo conocemos hoy, gracias a la cesión de una pila bautismal visigoda del siglo VII que procede de Córdoba y forma parte de la Sala de la Antiguedad del Arqueológico Nacional. Este intercambio se deriva de la conmemoración del 150 aniversario de ambos centros de arte, y la muestra se completa con dos canceles y un pie de altar visigodos, piezas de la colección del museo local, junto a una serie de personajes que representan el rito del bautismo en esa época, recreando así el ambiente de un antiguo baptisterio de época visigoda, con una escenificación del ritual a través de las personas que intervenían: el sacerdote, la familia y el niño que iba a bautizarse, algo que en esa época se hacía a partir de los siete años.

El delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Alcalde, inauguró ayer esta exposición, titulada Córdoba en el Museo Arqueológico Nacional, señalando que durante todo el año «llevamos desarrollando numerosas actividades con motivo de la creación de este museo, hace 150 años», y con este motivo, «hoy abrimos una nueva exposición temporal que, como siempre en este museo, se dedica a un tema para que podamos conocer desde la historia costumbres y formas de vida actuales».

El delegado puso de relieve la relación entre el Museo Nacional y el de Córdoba, cediendo este último cinco piezas excepcionales, entre ellas el Mitra de Cabra y un vaso neolítico de Zuheros, con el objeto de ser expuestas en la exposición El poder del pasado. 150 años de Arqueología en España, que se organiza con motivo del aniversario del museo nacional y que se inaugura hoy.

La pieza cedida a Córdoba es una pila bautismal visigoda, del siglo VI, decorada con elementos simbólicos relacionados con el bautismo, como el agua o los peces, según explicó Alcalde.

El delegado añadió que «de esta forma, podremos conocer cómo comienza el rito del bautismo tal y como lo conocemos, el rito por infusión (verter agua sobre la cabeza) que sustituyó al de inmersión en piscinas bautismales y que permitió bautizar a niños menores de siete años, cambio que se produce a finales del siglo VI de nuestra era, época a la que pertenece la pila invitada en esta exposición». Así, en este museo, «de nuevo, no sólo continuamos con la celebración de su 150 aniversario, sino que además podemos conocer el origen de una de nuestras costumbres religiosas», concluyó el delegado.