Desde ayer y hasta el 15 de junio, cordobeses y visitantes tienen la oportunidad de hacer un viaje en el tiempo y conocer la Córdoba de finales del XIX y principios del XX, a través de la exposición de parte del legado de la familia de fotógrafos Garzón, que recientemente adquirió el Archivo Municipal y ahora muestra en su patio. Bajo el título Kalifas de la fotografía cordobesa, la exposición, comisariada por el redactor gráfico de Diario CÓRDOBA Antonio Jesús González, supone la primera muestra monográfica que se ha realizado sobre la obra de Rafael Garzón, pese a que sus trabajos se albergan en archivos, bibliotecas y museos de todo del mundo, ya que una de las funciones de estas instantáneas fue la difusión de paisajes y costumbres de ciudades andaluzas, a las que se unen retratos de estudio al estilo andalusí.

Imágenes del río, la Mezquita, las calles de la Judería o las costumbres ciudadanas de principios del siglo XX forman parte de este recorrido expositivo, que el Archivo saca a la luz poco después de que forme parte de su colección de una manera «casual», cuando un bisnieto de Rafael Garzón acudió a esta institución en busca de un documento de la denominada Casa del Califa, que había heredado, comunicando el hallazgo de este material, «un descubrimiento excepcional», según señaló la directora de la institución, Ana Verdú, que ayer, junto al teniente del alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, mostraba su «satisfacción» ante la posibilidad de difundir y mostrar «tan rápidamente» este interesante legado.

Por su parte, González señaló que este proyecto ha tenido una vertiente de investigación, gracias a la cual «hemos podido datar numerosas fotografías, entre ellas las más antiguas, de 1896», aunque este archivo fue creciendo a lo largo del tiempo, encontrando material hasta el año 1925, continuó González. En el aspecto de la difusión, el trabajo se divide en dos ámbitos, centrándose, por un lado, en Córdoba, mostrando cómo era la ciudad de la época a través de la cámara de los Garzón, y, por otro, se ha elaborado un catálogo, tanto en versión en papel como on line, donde se compendia toda la obra de este fotógrafo, que en la transición de los siglos XIX al XX «revoluciona la fotografía profesional» en un momento en que el que los avances tecnológicos hacen que este arte sea mucho más fácil de practicar.

El estudio granadino de Garzón estuvo funcionando desde finales del siglo XIX hasta la guerra civil española y tenía una concepción muy «innovadora e interesante» ligada al turismo, y tuvo delegaciones en algunas de las ciudades más turísticas andaluzas, entre ellas Córdoba. Después de retratar a muchos viajeros en La Alhambra y montar su primer estudio en Granada --donde recreó para el turismo el Patio de los Leones--, en 1910 Garzón se estableció en Córdoba, concretamente en una casa de la plaza del Triunfo, donde uno de sus herederos, su biznieto Daniel Garzón Arcas, encontró las cajas de madera que contenían todo este material. Por último, González destacó que «la gran virtud de estas fotografías es que vemos una ciudad viva, dando una información extra a la propiamente monumental», gracias a las técnicas que usó Garzón. La exposición puede verse por las mañanas, y durante el Festival de Patios el Archivo Municipal abrirá los fines de semana.