Como una "novela de crisis", no solo desde la óptica económica, sino en el sentido de que narra una forma de entender el mundo que toca a su fin, "desorientando al ciudadano de hoy ante un futuro que no logra vislumbrar", así definió ayer el periodista y escritor montillano Antonio López Hidalgo la obra que acaba de publicar bajo el título El peligro y su memoria . Lo hizo en el transcurso de un acto en el Real Círculo de la Amistad organizado por el Ateneo de Córdoba, cuyo presidente, Antonio Varo Baena, presentó al autor y su último libro.

Varo se refirió a la doble faceta de López Hidalgo, claramente reflejada en una novela de excelente pulso literario que habla del periodismo clásico como un oficio casi en extinción. "En su novela está presente la reflexión actual sobre este noble oficio de informar y formar", dijo, para apuntar después "un ejercicio casi melancólico de autocrítica".

El peligro y su memoria (Ediciones Comunicación Social) es una historia de amor y desamor entre Guzmán y Clara, a la que aquel espera tras una ausencia que parece no tener fin junto a su amigo Viernes. "Los protagonistas son periodistas que sufren una doble crisis, que ven cómo agoniza el periodismo tradicional sin que se sepa el futuro", señala Antonio López, profesor titular en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sevilla.

Es una obra de añoranzas y sentimientos a flor de piel donde la memoria y sus trampas juegan un papel muy importante. Para introducir el argumento el autor elige la figura del narrador omnisciente, con la peculiaridad de que solo aparece al principio y casi al final.

En cuanto a la estructura y lenguaje empleados, López Hidalgo explicó ayer que ha optado por la novela corta, "un género muy difícil y que me gusta mucho", porque al estar a medio camino entre el cuento y la novela extensa reúne lo mejor de ambos géneros. "Eso me exige un lenguaje más contenido para que la historia tenga sentido, es decir, que escogí un lenguaje híbrido --comentó--, entre la sensualidad y el brillo literario y la precisión de la crónica periodística".

Y sin salir de la profesión, el autor hizo también mención a otro de sus libros, Periodismo de inmersión para desenmascarar la realidad , publicado recientemente. En él defiende, "frente al periodismo programado de los gabinetes de prensa", otro más volcado en la investigación, más reposado, como salida a la crisis.