Bajo el título de Aún es Córdoba bella..., ayer se presentó una antología de Ricardo Molina, que ha estado coordinada por el escritor Carlos Clementson. En ella se recoge «en todo su esplendor» ese mensaje de poesía, de sentimiento amoroso y de la naturaleza, de amor por Córdoba y Andalucía que Molina, «con su mirada universal», ofrecía, y que también era «la que le hacía estar abierto a todos los vientos de la cultura», señaló Clementson. Así, en esta obra también se refleja que «era el alma fundamental de la revista Cántico», porque «era un gran hombre de acción cultural», continuó el autor, que explicó que «no solo era un lírico, un contemplativo, sino un profesor activo», aunque «hubiera querido tener más tiempo para dedicarlo a la meditación y a la reflexión». De todos modos, la formación y la obra literaria de Molina es «de una fecundidad extraordinaria», subrayó Clementson, que destacó «la apertura intelectual del poeta pontanés, que también fue un investigador, un «humanista total y una persona muy vinculada al mundo de Córdoba y de lo popular».