La utopía centró ayer un debate en un abarrotado salón de actos de la facultad de Filosofía y Letras protagonizado por el político cordobés Julio Anguita y el escritor Luis García Montero, que fue moderado por el periodista Jesús Quintero y sirvió para presentar un libro en el que se han reunido 34 autores de muy distinta procedencia para hablar de ese término, que da título al volumen. Lejos de ser una "ensoñación", para Anguita la utopía es una "pulsión fundamental" para seguir avanzando y considera que ya está entre nosotros "en embrión", aunque "hay que organizar no solo la resistencia, sino el ataque". En este sentido García Montero, que defendió la utopía como "una manera de responder a la realidad y tomar conciencia del presente", señaló que la presencia en la calle de los movimientos sociales "está bien", pero que la rebeldía se evapora "si no encontramos un cauce político para llegar a las instituciones y convertir esa rebeldía en política".

En La Utopía (Editorial El Páramo), cada uno de estos autores se centra en el término con el que el pensador Tomás Moro buscaba relatar la organización de una sociedad ideal, algo que para Anguita tiene una concreción "posible y necesaria" y cobra una especial relevancia ahora que vivimos una crisis de "civilización", por lo que hay que "ponerse a trabajar". A su particular utopía se llega con un enunciado que el político mantiene desde hace más de veinte años: cumplir la solemne Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y los contenidos de la Carta de la Tierra. "Esa es mi utopía", señaló el exdirigente de IU, que aseguró que el camino está en la rebeldía que no se "resigna" y en una "una solución colectiva". "La gente intuye que va a tener que poner de su parte", continuó el político, que aseguró que no hay fórmula matemática ni política. "Ni la deuda se puede pagar ni el paro tiene solución con los actuales parámetros", dijo al recordar la "dureza del momento", que obliga a hablar de la utopía como un "compromiso". García Montero también se refirió al concepto de "fraternidad" entre una izquierda que sea capaz de unirse "para defender la democracia y la agresión a los valores cívicos", lo que él llama "la utopía democrática".

"No creo en las utopías que sirven para cerrar los ojos ni las que justifican la pérdida de valores en el presente en nombre de una sociedad futura", señaló el poeta, que instó a la "ilusión colectiva" para dar un sentido al presente. Defendió la democracia porque "está sufriendo un ataque muy fuerte por parte de la economía especulativa". Por su parte, Jesús Quintero leyó un fragmento de una carta destinada al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en la que defiende la cultura andaluza como parte fundamental de las señas de identidad de la comunidad, pidiendo que no se abandonen las inversiones en cultura.