«Un honor y un privilegio» es lo que supone para Ángela de la Cruz haber sido galardonada con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2017, un reconocimiento que, aseguró ayer en una entrevista con Efe, le va a «dar fuerzas para continuar» con su trabajo en Londres, donde reside.

De la Cruz (A Coruña, 1965), que ha sido reconocida por el jurado por «la intensidad de su obra, que explora la compleja relación entre el espacio ilusionista de la pintura y la presencia física de la escultura», advierte que «no esperaba recibir el galardón», concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y dotado con 30.000 euros.La artista, que en 2005 sufrió una hemorragia cerebral que le impide caminar y le dificulta el habla, ha recurrido a su colaboradora Luz Massot, para manifestar la alegría que le produce recibir un reconocimiento que «le va a dar fuerzas para continuar con su trabajo».

«Estoy muy contenta, es un gran reconocimiento a mi trayectoria y a mi obra. Que una artista mujer de 52 años reciba este premio en su país de origen es un honor», señaló la gallega, que está «bastante afectada» por todo lo que pasa en el mundo «en términos de política» y «preocupada» tanto por el brexit como por la situación en Cataluña.