La dualidad como escritora para niños y para adultos de Gloria Fuertes se puso ayer de manifiesto en una jornada de homenaje con motivo del centenario de su nacimiento, que organizó la Diputación en colaboración con la fundación que lleva el nombre de la poeta. Por eso, el acto contó con actividades para niños y para mayores, con la intención de indagar y descubrir ambas vertientes creadoras de la escritora madrileña.

Entre los participantes en la jornada figuran Jorge de Cascante, que es autor de El libro de Gloria, quien, bajo el título Gloria Fuertes, poeta de guardia, calificó el trabajo poético de la homenajeada como «relevante y significativo de la generación de los 50», hasta el punto de que en Estados Unidos es de obligada lectura en las enseñanzas de Literatura Española. Aseguró que aunque fue mucho más conocida por su faceta de escritora para niños, no lo fue de menor calidad en su vertiente de poesía para adultos. «Ambas cosas se entrelazan», aseguró, porque el hecho de que escribiera para niños no quiere decir que no tuvieran la seriedad y la calidad que caracterizan a un buen escritor, hasta el punto de que algunos temas reflejados en los versos infantiles también contaban con una carga social importante o abordaban asuntos tan crudos como el suicidio.

En el mismo sentido se pronunció Javier Lostalé (poeta y periodista), quien participó en una mesa redonda titulada Gloria para niños y Fuertes para adultos. En ella recordó Lostalé que su etapa de creadora para lectores jóvenes ofrece obras de gan calado, citando, por ejemplo, Aconsejo beber hilo, donde también aparece el suicido como tema recurrente.

Aunque su éxito se debió sobre todo a su presencia en la televisión de los años setenta, recitando poemas infantiles, aseguró Lostalé que esa circunstacia le perjudicó porque no permitió que se reconociera por la sociedad su capacidad literaria en toda su extensión, porque «se banalizó mucho su obra».

Por ello, apuntó el experto, aunque contaba con el reconocimiento de grandes compañeros de generación, se sintió poco reconocida, por ello intentó reivindicarse con su última obra, Mujer de verso en pecho, para la que buscó la colaboración de Camilo José Cela y Francisco Nieva.

En la mesa redonda participaron también la escritora Fanny Rubio y el profesor Pedro Cerrillo, con Ana Belén Ramos como moderadora. Este debate se completó con la lectura de algunos de los poemas más significativos de la poeta.

En la vertiente infantil de la celebración se organizaron varios talleres por medio de los cuales los niños se aceraron al trabajo de Gloria Fuertes, con recitales, música, juegos y dibujos.