La editorial cordobesa Almuzara ha editado, en colaboración con la Diputación de Sevilla, la poesía completa del poeta sevillano Fernando Ortiz, titulada Vieja amiga , que se presentó ayer en la Feria del Libro de Sevilla.

Vieja amiga , en edición del propio Ortiz, reúne toda la obra poética del autor desde Primera despedida (1978) hasta Postdata (1999), incluyendo algunos inéditos y una revisión de sus primeros poemas, explicó el poeta. El escritor señaló que su lírica se nutre de un tono "muy personal" y "reconocible", lo que "no quiere decir que sea un autor mayor o menor", porque, según valoró, los poetas "no son caballos de carrera. No me importan las comparaciones, lo que me importa es que mi poesía sea mía, haber conseguido escribir la poesía de Fernando Ortiz", afirmó.

REFLEXION En este sentido, precisó que su poesía gravita, fundamentalmente, sobre el diálogo con los clásicos y la reflexión sobre el paso del tiempo. Respecto a lo primero, apuntó que en sus poemas habitan desde los autores grecolatinos como Homero o Virgilio, hasta poetas contemporáneos como Jaime Gil de Biedma, Pablo García Baena, Juan Gil Albert, o Francisco Brines --"amigos y maestros" para el autor--, pasando por toda la tradición clásica española.

Asimismo, opinó que, aunque siempre se ha dicho que el amor, la muerte y el tiempo son los temas constantes en la poesía, es éste último el "único" que importa. "Según pasa el tiempo cambia el amor, se matiza, nosotros nos transformamos y la vida va mudando de color con el paso de los años, esos animales extraños", manifestó. Para el autor, la concepción "cualitativa" del tiempo ha influido en la obra de todos los escritores de cualquier época o parte del mundo, desde Joyce o Virginia Wolf a Antonio Machado, un "maestro en esta perspectiva de la poesía".

En esta línea, aseguró que su lírica ha experimentado una "notable" evolución desde sus comienzos hasta la actualidad, porque la poesía "no es ideología, no es monolítica, también es sensible al tiempo. Hay una aprendizaje a lo largo de la vida que me ha hecho adquirir un mayor dominio técnico, aunque siempre he mantenido las mismas coordenadas porque siempre he escrito sobre lo que me ha interesado, ahora poseo mayor pericia técnica", abundó.

Ortiz afirmó que "merece la pena" dedicar la vida a la poesía, esa "vieja amiga". Así, opinó que, aunque el precio de este oficio es "mal vivir", puede resultar "muy enriquecedor" para los lectores. No obstante, resaltó que lo "mejor" de la poesía es que "no puede usarse para fines ajenos que no sean ella misma".