Pedro Almódovar aseguró ayer en Lyon, horas antes de recibir el Premio Lumière por su carrera cinematográfica, que no sería "capaz" de trabajar para un gran estudio de cine, por lo que se ve "siempre rodando en Europa, nunca con el sistema de Hollywood". "Un sistema en el que no es el director quien toma todas las decisiones no es el que a mí me conviene, aunque estuviera con grandes estrellas. Es totalmente opuesto a mi personalidad, aunque trataría de adaptarme", afirmó el cineasta en una clase magistral previa al homenaje que anoche le dio el Festival Lumière.

Las 500 personas que abarrotaron el teatro Des Célestins, entre cuyo público figuraban actrices que han trabajado con él como Marisa Paredes, Elena Anaya y Rossy de Palma, dedicaron una cálida ovación al director manchego al subir al escenario y al despedirse tras hora y media de coloquio. El cineasta declaró que la clave de su éxito es que siempre ha contado las historias a su manera. "No quiero presumir de eso, pero soy un director auténtico", dijo.