A menos que hable sobre el hundimiento histórico del mayor barco de pasajeros del mundo, toda película que recauda mil millones de dólares tiene continuación. Por eso es que Alicia a través del espejo se hizo inevitable cuando su predecesora, Alicia en el país de las maravillas (2010), reventó la taquilla pese a ser vapuleada por la crítica. De hecho, lo único sorprendente acerca de la película que ahora llega a los cines es que haya tardado tanto en hacerlo. Tal vez sus responsables decidieron darnos tiempo a que nos olvidáramos de lo mala que era la primera.

Tim Burton, director de aquella cinta, se ha limitado esta vez a ejercer de productor mientras la tarea tras la cámara corría a cargo de James Bobin, que, a través de su trabajo previo en la saga The Muppets y la teleserie Los Conchords, ha demostrado su singular capacidad para generar comicidad. Eso sí, tanto a nivel visual como actoral, Bobin se ajusta al patrón tejido por Burton. Por lo demás Alicia a través del espejo se inspira menos en el libro de Lewis Carroll -del que toma su nombre- que, por ejemplo, en títulos como Regreso al futuro II (1989) o Las aventuras del Baron Munchausen (1988).

Aquel texto original es esencialmente la alegoría de una partida de ajedrez y un puñado de grotescos episodios de la vida del autor, no necesariamente la materia prima idónea para un blockbuster diseñado para vender palomitas en Estados Unidos, aquí y en China; asimismo, la película del 2010 ya incorporaba numerosos elementos del segundo libro del díptico.

Si en ella el gran enemigo de Alicia (Mia Wasikowska) era una sociedad que intentaba coartar sus instintos feministas y su entusiasmo infantil, aquí la némesis es el tiempo. Tiempo entendido no solo como un concepto que acecha permanentemente nuestras vidas, sino también como un personaje con cara y ojos llamado así, Tiempo, que controla un enorme reloj en el cielo del Submundo y lleva la cuenta de la gente que muere (dándole vida, Sacha Baron Cohen luce un aspecto propio del quinto miembro de Loco Mia).

La sombra de la muerte, de hecho, es lo que empuja a la joven y al Sombrerero (Johnny Depp) y la Reina Roja (Helena Bonham-Carter), entre otros, a viajar en el tiempo con el fin de resolver viejos traumas. Puede que ese viaje a través de las décadas se vehicule por medio de una narración algo confusa, pero aun así nos permitirá averiguar cómo fue la infancia del Sombrerero y qué acto de traición de la Reina Blanca condenó a la Reina Roja a tener una cabeza gigante. Alicia a través del espejo, pues, se revela como una historia de orígenes. H