NACIO EN 1959, EN PEÑARROYA--PUEBLONUEVO.

ESTUDIOS LICENCIADO EN FILOLOGIA ROMANICA POR LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA Y PROFESOR DE FRANCES.

TRAYECTORIA LITERARIA ESCRITOR, POETA Y PERIODISTA.

¿Alguna vez oyó gritar a alguien asustado ante la visión inesperada de una curiana ? ¿Le han querido insultar llamándole jeyondo o esaborío ? ¿Han querido invitarle a un vargas o quizás le han ofrecido el miajón de una telera mientras le limpiaban un pizco de la solapa? Si no entendió lo que le decían, el Diccionario del habla cordobesa acabará con sus dudas, una obra de Alberto Díaz Villaseñor que hoy se presenta en la taberna Patios de la Aljama (c/ Manríquez, 4) a las 20.00 horas.

--¿Dónde nació la idea de escribir este diccionario?--Fue una propuesta de la editorial cordobesa Almuzara que ya contaba con diccionarios similares de otras provincias como Málaga, Granada o Sevilla.

--¿Qué clase de palabras recoge en este volumen?--El libro incluye alrededor de 1.500 términos y expresiones populares puramente cordobesas que no se encuentran en los diccionarios académicos y que no han sido reconocidas por la Real Academia de la Lengua Española, el objetivo era plasmar el habla viva del cordobés, incluyendo nombres de platos, cosas, lugares o nombres comunes.

--¿Cómo fue el proceso de documentación previo?--La labor de investigación ha sido a varias bandas. Por un lado, he contado con la ayuda de amistades procedentes de varias poblaciones de la provincia que me han hecho llegar expresiones del boca a boca. También he consultado publicaciones previas parciales con la idea de refundirlo todo y hacer una obra completa. Por último, internet me ha permitido indagar en blogs y páginas webs donde he podido contrastar ciertos significados, eliminar contradicciones y suprimir repeticiones.

--¿Hay algún lugar de la provincia especialmente prolífico a la hora de producir términos propios?--Yo diría que todas las zonas son igualmente creativas, desde la Campiña a Los Pedroches, aunque hay lugares en los que existen muchos términos propios de áreas muy específicas como la agricultura por ejemplo que no se han incluido por no pertenecer al acerbo popular sino a un ámbito muy particular.

--¿Cómo supo el significado verdadero de palabras inventadas que deben tener distintas versiones según quién las utilice?--En eso he jugado un poco con la intuición. Efectivamente, ha habido términos con distintos matices o contradicciones en los que era complicado averiguar el significado más puro o el primero, pero esto no es un estudio científico sino un ejercicio de entretenimiento que permite ciertas licencias.

--¿Se trata de un libro de consulta o se lee del tirón?--Depende del lector. El diccionario salió a la venta en mayo y desde entonces me he encontrado con gente que lo ha leído entero y se lo ha pasado muy bien, que se ha reído mucho. Está escrito con mucho sentido del humor y resulta ameno.

--Las palabras aquí aparecen tal y como suenan.--Sí, en ese sentido, se puede decir que el libro es muy seseante, como el cordobés, ya que los términos están escritos según su fonética y no según su ortografía.

--¿Alguna curiosidad?--Al final del libro, hemos incluido un apéndice con los nombres propios más corrientes en Córdoba desde la década de los treinta hasta ahora y hay sorpresas como que Rafael nunca ha sido el nombre más repetido.