M ás que nunca, es hora de refugiarse del sol y el calor en salas oscuras y refrigeradas. Y es por eso que, aunque hoy día cualquier época es buena para estrenar un blockbuster, es el verano cuando los superhéroes franquiciados, las fantasías épicas y las comedias descerebradas llegan a la cartelera, aunque también se estrena alguna historia de gente normal con problemas reales. En Baby driver (7 de julio), Edgard Wright utiliza a un chófer que se involucra con una panda de gánsteres -Kevin Spacey, Jamie Foxx y Jon Hamm- para ofrecernos una sucesión de imponentes persecuciones rodadas como un musical en Technicolor; y Atómica (4 de agosto) son 115 minutos de Charlize Theron quitándose villanos de encima.

Tan solo han sido necesarios 75 años para que la Mujer Maravilla tuviera su propia película, y para ella la recién estrenada Wonder Woman, protagonizada por Gal Gadot, es la oportunidad perfecta para callar las bocas de quienes consideran que el público no quiere ver el destino de la humanidad recaer en manos de una mujer. También la nueva encarnación del hombre araña, Spider-Man: homecoming (estreno, el 28 de julio), afronta interesantes retos: por un lado, hacer olvidar la fría acogida que tuvieron las dos entregas de The amazing Spider-Man; por otro, demostrar que los superhéroes también pueden protagonizar el tipo de comedia teen que tan bien hacía en los 80 y los 90 John Hughes. Y por su parte, la nueva fantasía futurista de Luc Besson, Valerian y la ciudad de los mil planetas (4 de agosto), despierta curiosidad sobre todo en dos aspectos: uno, es la película europea más cara de la historia y el gasto debería lucir en pantalla; y dos, quizá alguna de sus protagonistas, ya sea Cara Delevingne o Rihanna, pueda explicarnos cómo es posible que una ciudad incluya mil planetas.

De Transformers: El último caballero (4 de agosto), por último, no hay en cambio gran cosa que esperar, aparte de muchas más sinfonías de destrucción protagonizadas por robots que se convierten en coches. Es la quinta película de juguetes gigantes que Michael Bay dirige, y él promete que será la última. Pero ya dijo lo mismo después de rodar la tercera y la cuarta, así que no es muy probable que caiga esa breva.

PARA NIÑOS Y NO TANTO/ De Cars 3 (14 de julio) se dice que cuenta una historia más madura que sus predecesoras, quizá porque los responsables de Pixar tratan de atraer aquellos espectadores originales de Cars (2006), hoy ya creciditos -algunos de ellos, en todo caso, lamentarán la creciente secuelitis que sufren los estudios de cine-. En cambio, el resto del cine animado de este verano apuesta por los más pequeños entre los pequeños. Gru: mi villano favorito 3 (30 de junio) volverá locos a esos mocosos y pondrá de los nervios al resto, especialmente a quienes sienten picores nada más ver a un minion. Al mismo segmento de edad se dirige Tadeo Jones 2: el secreto del Rey Midas (25 de agosto), cuya existencia era solo una cuestión de tiempo desde que Las aventuras de Tadeo Jones (2012) recaudó más de 18 millones de euros. Y Emoji: la película (11 de agosto) nos contará la historia de un emoji -obvio- que se embarca en una aventura -¿una appventura?- a través de las diferentes aplicaciones de un smartphone.

Por otro lado, el cine estival también ofrece acción con pedigrí. La saga posapocalíptica de Stephen King en la que La torre oscura (4 de agosto) se basa es tan expansiva que es lógico que llevarla a la pantalla grande haya sido un camino largo y tormentoso. Mientras esperamos la respuesta, veremos cómo La guerra del planeta de los simios (14 de julio) culmina con la dominación simiesca total de la que Charlton Heston fue testigo a finales de la década de los 60, y disfrutaremos de dos películas que son auténticos gazpachos de referencias: en Okja (estreno en Netflix, 28 de junio), el surcoreano Bong Joon-ho combina el cine de monstruos, la comedia de enredo y la sátira contra la industria cárnica; y en Colosal (30 de junio) Nacho Vigalondo mezcla la romcom y el retrato de la depresión con géneros nipones clásicos como el tokusatsu y el kaiju. Y después, a tiempo para cerrar la temporada, Tom Cruise llegará al frente de Barry Seal: el traficante (1 de septiembre) para contar la historia de un expiloto de aviones reconvertido en vendedor de drogas.