La Real Academia de Córdoba homenajeó ayer al poeta Luis de Góngora con motivo del 388 aniversario de su muerte, en un acto en el que la investigadora Amelia de Paz ofreció novedades sobre su obra, en concreto, qué encierran tres de sus décimas, "una de las partes más desconocidas" de su poesía y "de las más difíciles", con "alusiones personales que se nos escapan".

La jornada comenzó con una misa en la Catedral celebrada por el canónigo arcediano y académico numerario Fernando Cruz Conde, en la que participó la Nova Schola Cordubensis. Después, el académico correspondiente Fernando Jiménez Hernández-Pinzón realizó la ofrenda poética, depositando claveles en la tumba del poeta.

El acto, como expuso el presidente de la Real Academia, Joaquín Criado, tenía como todos los años partes religiosa, académica, y de convivencia en una comida. La parte académica tuvo lugar en la Fundación Miguel Castillejo --que también intervino-- y fue inaugurada por Criado Costa, que subrayó el apoyo del delegado municipal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, que estuvo presente.

Con De Lobos y rebaños: novedades acerca de unas décimas de Góngora , Amelia de Paz trasladó a los asistentes al "sexenio misterioso", desentrañando enigmas de su obra. El secretario del Instituto de Estudios Gongorinos, Antonio Cruz Casado, se encargó de presentarla, subrayando su "pasión" por el Siglo de Oro, que "compagina con la docencia". El poeta Eduardo García realizó la lectura poética, adentrándose "en el mundo de Góngora a través de Borges", con un poema que muestra "su capacidad para los laberintos de palabras y su pasión por la mitología", y demostrando "cómo un poeta actual puede dialogar con los dos elementos". El director del Instituto de Estudios Gongorinos, Manuel Gahete, que presentó a García y subrayó su "dialéctica", dijo que Góngora es "una ventana al mundo para Córdoba".