Sustentada en una luz que quema y duele de una manera dulce y torrencial, la poesía de José Antonio Santano es, en este libro, más necesaria y esencial que nunca. No en balde, el poeta baenense va escarbando y recabando con una voz lírica profunda entre las brasas de la realidad todo aquello que nos conmueve y emociona por distintos motivos, mostrando una poesía solidaria y hermosa, contundente y diáfana, pues pone su acento en las llagas de este mundo, en el dolor de la espuria sociedad que nos ha tocado vivir en los años últimos. En este sentido, el poemario de Santano, además de conmovernos, de alguna manera nos sirve de catarsis, mostrándonos versos a los que vamos aferrándonos con el fin de no hundirnos en la fangosa realidad que supura desidia a nuestro alrededor.

De alguna manera, este hermoso poemario, Tiempo gris de cosmos , tan centrado en el hombre y en los problemas sociales y existenciales de la época actual, se aproxima mucho, por no decir que iguala, a la mejor poesía de Celaya y, sobre todo, del mágico Blas de Otero. Y es esa tensión humanista y entrañable, solidaria con los que sufren la barbarie, la que dota a este libro de una belleza extraordinaria, de un amoroso temblor que nos desnuda y recorre la espalda como un latigazo dulce, como un golpe de viento amable y durísimo a la vez. Conceptos y símbolos caducos que, de alguna manera, nos remiten al pasado más arcaico e inmovilista (la patria, el honor, la bandera...) en el poemario aparecen como fragmentos desvaídos, material de derribo, en contraposición a esa visión humanista de una realidad que propone la voz de José Antonio Santano: "...donde el hombre sea el centro,/ la luz que ilumine los inviernos/ y nadie pueda someterlo y humillarlo" (Pág. 36). Esa apuesta por la humanidad, por el amor y la solidaridad es una de las notas fundamentales que recorren de punta a punta este libro inspiradísimo. En algunos momentos, el poeta critica con un humor sutil escenas precisas del mundo que vivimos, y lo hace con un desparpajo indescriptible en poemas pequeños de un mensaje concentrado, como, por ejemplo, en el titulado El móvil : "Y la estudiante, en la biblioteca,/ no levantaba cabeza/ de la pantalla del teléfono móvil" (Pág. 27). Así de un modo sencillo, nada artificioso, hace un breve retrato de la torpe sociedad en la que, actualmente, nos desenvolvemos. La voz de Santano es, de alguna forma, una inspiradísima cámara de vídeo que va captando, entre sombras y claroscuros, momentos precisos, situaciones preocupantes de un mundo que va deambulando a la deriva entre bolsas de hambre, de miseria y de mentira, de corrupción, olvido y soledad.

Mostrándose siempre abierto, terso y diáfano, preocupado por el dolor que nos rodea, acercándose al otro, al prójimo que sufre, José Antonio Santano deja en este libro poemas espléndidos, versos luminosos, auténticos y necesarios, imprescindibles, verdaderos trallazos de solidaridad; así nos dice en la página 59: "Y no puedo más y nada me queda/ sino acopiar todo el llanto humano/ y hacerlo mío, solo mío". ¿Se puede hallar en un libro más amor verdadero, más ternura, más dolor existencial? Como dice José Cabrera Martos, en su espléndido epílogo a este poemario, hablando de la poesía de José Antonio Santano: "Estas son algunas de las posibles claves de la poética santaniana: Manifiesto, informe, alegato, réquiem, esperanza...", y poco más adelante apunta muy certeramente, en relación con el mensaje de un poemario que quiebra y rasga los conceptos de la modernidad, "... la lengua y los sentimientos han sido dominados por los discursos del poder que piensan y sienten por nosotros" (Pág. 98). Y es ahí, en esto último, en sus ansias por revertir el robo del poder, donde tiene un especial sentido la poesía de Santano, y adquiere su significado absoluto este poemario: en esa lucha contra el poder que nos aliena, contra los tópicos autoritarios, contra los abusos de quienes nos desgobiernan y nos conducen a la pobreza más mísera, al olvido más ruin, a la desolación. Y es ahí, insisto, en ese punto de rebeldía, de amor solidario, de hondura emocional, donde este poemario, Tiempo gris de cosmos , adquiere un altura excepcional y vuela llevándonos hacia el centro de la luz, donde se humaniza el cosmos y se hace tierno, como en esos días eternos del verano donde la alegría se une a la esperanza y azulea la vida en las calles y los caminos, y zurea el silencio entre las vísceras del sol.

'Tiempo gris de cosmos'. Autor: José Antonio Santano. Editorial: Nazarí. Granada, 2014