El escritor, profesor y crítico Pedro M. Domene (Huércal-Overa,Almería, 1954) nos presenta su cuarta novela, El secreto de las beguinas. Las anteriores están dedicadas a un público lector juvenil: Después de Praga nada fue igual (2004), Conexión Helsinki (2009) y Las ratas del Titanic (2014). Ésta es una novela diferente, un giro total a su trayectoria narrativa, la historia como telón de fondo y otro público más amplio. Su lenguaje y trama se complican, pero cualquier joven avezado en la lectura y amante de la historia podría leerla perfectamente. Sus narradores son dos jóvenes estudiantes del siglo XXI que investigan unos acontecimientos acaecidos en el XVII, su lenguaje de época está actualizado. Es un relato histórico repleto de intriga y de misterio.

En sus 28 capítulos se cuentan dos historias cuyo tiempo y espacio se dan paralelamente. Se desarrolla en Flandes con los Tercios como telón de fondo. Con la técnica de la analepsis, alterna la narración conectando con los distintos momentos del pasado. Esta forma de enlazar los capítulos nos lleva a que nos traslademos de un espacio a otro pese a los cuatro siglos que los separan. Dibuja con precisión las distintas escenas y lo hace a través del flash-bach, recurso muy utilizado en el cine y en la narrativa. Nos cuenta cómo estos dos hermanos, Diego y Jorge, emprenden una indagación sobre los hechos que ocurrieron en los beguinatos en Brujas. Está escrita en primera persona, utiliza, sin embargo, la tercera persona para narrar la historia real de los sucesos en los que se basa. Todo está medido, un juego magistral de espacios, de correlaciones, que nos llevan por un mismo paseo pero con distintos personajes. Singular la coincidencia, también, de los nombres de los hermanos investigadores Jorge y Diego, con los del joven oficial español herido de la otra historia, Jorge de Deza y el joven clérigo, secretario del Tribunal, Diego de Santo Domingo. Al igual que Elizabeth, novia del joven Jorge, es también el nombre de la dama del beguinato que cuida y se enamora del capitán enfermo. Pedro M. Domene sabe llevar ese juego de planos, con esos guiños en tiempos dispares de una manera ingeniosa.

La historia respira con nosotros, avanza y hace que la habitemos, nos introduce y nos hace partícipes tanto en un espacio como en otro.

Interesante dentro de esta novela histórica el tratamiento del amor entre una mujer del beguinato que ayuda a los heridos mientras espera a su marido que está en la guerra, Elisabeth, la relación entre una extranjera y un español, que luchan en distintos frentes, pero es irremediable el sentimiento que nace. Este pasaje rememora al poema No sé por qué piensas tú, de Nicolás Guillén, y a la novela llevada al cine Suite francesa, de Irene Némirovsky.

El secreto de las beguinas es toda una lección de historia, de buena literatura y de un manejo del lenguaje magistral. Pedro M. Domene sabe transportarnos desde el principio hasta el final, reviviendo la historia de esas mujeres independientes que vivieron para hacer el bien, al margen de la Iglesia, y que fueron condenadas.