Podría pasar por la reconversión escultórica de un fotograma de King Kong. Incluso el título, Gorille enlevant une femme , remite a esas imágenes turbadoras de la película que fue llamada inicialmente La octava maravilla y de la que el cine ha producido siete versiones, de los años 30 hasta 2005. El autor de la escultura, que puede verse cerca del Sena, en el museo D'Orsay de París, fue Emmanuel Fremiet, quien no podía imaginar el revuelo que su obra suscitaría y no sólo entre el pueblo más o menos culto: también los artistas, Baudelaire entre ellos, se escandalizaron ante aquella primera versión que fue rechazada en 1858, pero a la que, modificada, concedieron una medalla en el Salón de 1887. King Kong no fue un invento del cine ni del cómic, tenía su antecedente en esta escultura de gorila con mujer prieta y desnuda, escena que llama al sensualismo desde su inquietante voluptuosidad.