El periodista Manuel Rodríguez Illana reflexiona en El españolismo sonriente. Humoristas al servicio de la colonización de Andalucía sobre la imagen que se transmite de los andaluces a través de los medios de comunicación y la connivencia a la que contribuyen muchos humoristas andaluzas con sus discursos plagados de tópicos. Rodríguez considera que lo más grave no es que fuera de Andalucía se asocie a los andaluces con «ridículos clichés», sino que «la mayor parte de nuestra población asume dichos estereotipos con complacencia y participa en su reproducción». El libro, que se estructura en 11 capítulos y una recapitulación, recuerda que el pueblo andaluz ha sido satirizado en la ficción televisiva y en las películas producidas desde la Segunda República. Como sucedía con la Juani, en Médico de Familia, los personajes andaluces de las series no suelen adscribirse a oficios con formación académica, como ocurría con Paz Padilla, que personificaba, en la serie La que se avecina, a una empleada de hogar que, además, es prostituta. ¿Y qué decir de la película Ocho apellidos vascos, en la que los andaluces son incultos y malhablados y fuertemente españolistas? Rodríguez también recoge la consideración del andaluz como un sistema de comunicación inferior, como hizo en alguna ocasión el Gran Gyoming en su programa de la Sexta El Intermedio.

Humoristas actuales siguen perpetuando tópicos que ya utilizó el filósofo Ortega y Gasset cuando aseguraba en su Teoría de Andalucía que el andaluz «en vez de esforzarse para vivir, vive para no esforzarse, hace de la evitación del esfuerzo principio de su existencia (...). El andaluz lleva unos cuatro mil años de holgazán». Además de poca gracia, es lamentable que, como andaluces, siga perpetuándose este discurso y, encima, nos riamos.

‘El españolismo sonriente’. Autor: Manuel Rodríguez Illana. Editorial: Hojas Monfies. Granada, 2017.