Marta Rivera de la Cruz (Lugo, 1970) es licenciada en Ciencias de la Información y especialista en Comunicación Política. En 1998 obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla de Novela Joven con Que veinte años no es nada , de la que se hicieron cinco ediciones. Más adelante publicó las novelas Linus Daff, inventor de historias , que ha recuperado Planeta, y Hotel Almirante . En 2006 fue finalista del Premio Planeta con la obra En tiempo de prodigios . Luego ha publicado La importancia de las cosas, La vida después y Maldito amor . Además, es autora de tres libros de ensayo, de dos libros infantiles y ha publicado cuentos y artículos en diferentes recopilaciones. Como editora fue responsable de la antología Cuentos de Navidad y de la última edición de La ciudad de las columnas , de Alejo Carpentier. Marta Rivera de la Cruz es colaboradora habitual de la revista El País Semanal y participa también en diferentes tertulias de radio y televisión. Su última novela es La boda de Kate .

--Teniendo en cuenta su larga trayectoria, ¿qué tiene o qué le ha aportado de nuevo La boda de Kate , su última novela?

--Es la primera vez que escribo un texto donde el tono predominante sea el de una comedia. Supongo que esto supone un salto, como también el perfeccionamiento del diálogo, que era mi gran preocupación cuando empecé a escribir.

--Es una novela donde hay sentimientos, enredos, humor, amor... Inevitablemente: ¿en qué género podremos inscribirla?

--No lo sé, la verdad. Y no creo que siempre se pueda encajar un escrito en un género literario determinado.

--La novela se sitúa en Ribanova, que ya aparece en algunas suyas anteriores. La situó en la provincia de Lugo, con lugares reconocibles y otros propios de la imaginación, cuéntenos algo más de ese lugar.

--Ribanova es la recreación literaria de mi Lugo natal, una ciudad donde he pasado mucho tiempo y he vivido muchas cosas. Y, desde luego, un lugar que ofrece espacios perfectos para una novela. La geografía de Lugo es muy novelesca, y también sus colores y su clima.

--A propósito de Kate y el rechazo, ¿cuántas veces sería capaz de insistir aun a riesgo de ser rechazada por algo o alquien en quien cree?

--Uf, no lo sé. Es que eso hay que medirlo mucho. No llevo bien el rechazo y no sé si sería capaz de ser tan persistente como Forster. Aunque ya se ve que la paciencia da buenos resultados. Pero me temo que yo soy bastante más orgullosa y no tengo tan buen perder como mi personaje.

--¿Cómo surge Kate, el personaje?, ¿alguien en quien se haya inspirado?

--Kate sale de dos anécdotas: el encuentro casual con una mujer de setenta años que me contó que su primer novio había regresado a su vida cuncuenta años después de verle por última vez, y --veinte años más tarde-- la lectura del obituario de una profesora americana de la que decía que se había casado a los sesenta y cinco años con un hombre al que había rechazado tres veces. Al leer una historia recordé la otra y me di cuenta de que ahí había material para una novela.

--Hay un mensaje en la novela que nos invita a aprovechar el tiempo, a no dejar pasar las cosas...

--Sí, el famoso carpe diem . Yo, que soy de la generación que aprendió esa frase por El Club de los poetas muertos , hace mucho que tengo claro que hay que sacar jugo de todas las cosas que nos brinda la vida sin dejar nada para más adelante.

--¿De dónde surge esa combinación de personajes mayoritariamente anglosajones y el gallego escenario? Aunque también Edimburgo, Nueva York...

--Creo que son dos mundos que se dan bien la mano. Desde pequeña escuché aquello de que la provincia de Lugo limita "mar por medio" con Inglaterra. Y, además, lo más parecido que hay al humor inglés es precisamente el humor gallego.

--Quizás sorprenda a los lectores encontrarse a Truman Capote con un papel importante en la vida de los Solomon.

--Truman Capote es uno de mis escritores favoritos y también uno de los personajes literarios más atractivos que puedo recordar. He dicho muchas veces que Truman Capote es el mejor personaje de todos los que creó Truman Capote.

--Igual los ingleses esperan leer algo sobre Kate Middleton...

--Es posible, pero se llevarán una decepción. Mi Kate tiene 71 años y nada en común con la actual duquesa de Cambridge.

---Los protagonistas recuperan, a sus 70, un amor de juventud. Parece obvio que no debe haber límite de edad para los sentimientos, pero no somos muy dados a reconocerlo o a hablar de ello, ¿por qué es así?

--Porque socialmente hemos decidido que a partir de determinada edad las aventuras sentimentales no son posibles. Al final es todo cuestión de prejuicios. Afortunadamente, mis personajes han saltado por encima de ellos.

--He leído acerca del diseño para el vestido de boda de Kate, ¿has trabajado en esa faceta, digamos, extraliteraria? Cuéntenos la historia.

--Cuando empecé la novela, una de mis preocupaciones es qué se iba a poner Kate, porque el vestido de la novia es una de las partes fundamentales de las bodas. Ni Kate ni yo queríamos un traje blanco con un velo de tul. Así que pregunté a mi amigo Jorge Acuña, que es diseñador y ha hecho vestidos de novia realmente maravillosos. El ideó lo que Kate se puso en la boda. Y luego se animó y diseñó también los vestidos de algunos de los invitados. Si alguien quiere verlo, está en la web de la novela, www.labodadekate.com

--Recomiéndenos alguna lectura, algo que se haya publicado recientemente y que no debemos perdernos.

--El libro Un amigo así , de Martín Casariego. Una historia de lealtad y de dudas sobre el verdadero significado de la amistad contada en el trasncurso de una escalada al Mont Blanc. La leí con verdadera pasión.

--Cuéntenos, si es posible, su próximo proyecto.

--De momento no hay nada que contar. Estoy concentrada en la promoción de La boda de Kate y me cuesta mucho tener dos historias en la cabeza. Así que tengo que esperar a que termine el baile.