Tiempo de aventuras, de dejar que la imaginación y la fantasía se expandan. Tiempo de ventanas abiertas por las que mirar y recrear situaciones, personajes, valores, que en las lecturas de este verano se disponen a nuestro alcance. Y nada mejor que acercarse a las librerías especializadas en este género, perderse en sus estantes, hallar alguna sorpresa que degustar con calma en casa, en la piscina, en la intimidad o compartiendo con los seres más cercanos. Aquí dejamos una serie de propuestas muy heterogéneas para que niños, niñas y padres puedan vivir en primera persona la lectura como una suerte de acontecimientos que enriquecen, que abren esas ventanas a la imaginación y la placidez de las palabras cuando potencian ciertas capacidades en el individuo.

Osos, de Sean Taylor y Emily Hughes, en Los libros del Zorro Rojo (+6 años). Lo más sencillo de una historia nos adentra en la trascendencia de estar vivo y disfrutar de cada detalle que la naturaleza nos regala. Padre e hijo oso nos hablan del valor del cariño, de compartir y de construir la independencia de los más pequeños. Mi querido gatito, de Jimmy Liao, en Barbara Fiore editora (+12 años). Este autor siempre suele ser garantía de libros que nos dejan a merced del disfrute y placer de la lectura, y esta entrega incide en ello. Una historia en la que la mezcla de fantasía y realidad crea una atmósfera mágica para centrarnos en la búsqueda de un gato, y en ese trayecto descubrir esos detalles cotidianos que resultan vitales para la convivencia. Paténtalo, de Malgorzata Mycielska, en ediciones Ekaré (6-8 años), es uno de esos libros que despiertan la curiosidad desde el título. La aventura de descubrir lo mágico de ciertos inventos, de trazar un itinerario divertido e instructivo, da este resultado para que la imaginación navegue a rienda suelta. Paseo, de Jungho Lee, en Barbara Fiore editora (9-11 años). Hay libros que solo con su lectura se consigue el disfrute. La exquisitez de las ilustraciones en consonancia con los textos escritos, con las preguntas, las respuestas, las frases sugerentes, en ese alegato continuo de la vida y los libros, convierten este ejemplar en un delicioso y necesario paseo para un público ávido de la emoción de lo sensorial. El dueño de la luz, en Ediciones Ekaré (+ 8 años). Cuento tradicional Warao indígena, cuya atracción telúrica nos acerca al nacimiento del sol y la luna, con unas ilustraciones sugerentes y delicadas, y que invita a ser contado y compartido en voz alta, condensando la magia de esta historia antigua y atractiva. Tras la sombra del brujo, de Francisco Díaz Valladares, en edebé (+ 14 años). Premio edebé de LIJ. Una novela ha de poner de relieve valores, y esta lo hace. La aventura de Julen en África nos sitúa en la piel de una vida actual, con sus luces y sus sombras, pero en la que las luces -el amor- salvarán cualquier conflicto que se presente en un mundo sin escrúpulos, a merced siempre de los intereses y no de las personas. Es su turno, Adrián, de Kristin Lidstrom y Helena Oberg, en Ediciones Ekaré (12-14 años). Preciosa novela gráfica que habla de sentirse solo, distinto al resto, esa sensación en un niño y la nula comprensión de los compañeros de clase con los niños con alguna dificultad. Contada con ternura y alegría, no deja de ser un toque de atención sobre esta circunstancia. Cuando floreció la risa, de Gioconda Belli e ilustraciones de Alicia Baladan, en Libros del Zorro Rojo (5-10 años). Delicia de libro, contado desde la ternura y la risa, en forma de leyenda. La valía de lo que tenemos de positivo y la generosidad al compartirlo con nuestro entorno. Las ilustraciones potencian ese mundo onírico del color y la inocencia en la que un niño y una niña nos asoman a una naturaleza generosa. La inmortal, de Ricardo Ruiz Garzón, Premio Edebé de Literatura Infantil (+ de 10 años). Jugamos para no rendirnos, dice el protagonista, y así nos muestra este cruce de caminos del dibujo con el ajedrez, de la lucha por encontrar un lugar en el mundo, con sacrificio, y un encuentro con Mr. Aliyat que cambiará el rumbo de su vida. Búscame, de Ana Palmero Cáceres, en ediciones Ekaré (+6 años). La aventura se disfraza de juego en busca de animales que en cada página se nos proponen. La agudeza visual se pone a prueba en las formas y símbolos que se nos presentan. Tiempo libre, de Lizi Boyd, en Libros del Zorro Rojo (2-6 años). Álbum ilustrado en el que el lenguaje narrativo se desarrolla sin palabras, solo a través de las ilustraciones. La felicidad es saber disfrutar cada momento en su intensidad, la rutina se puede convertir en algo también mágico, y aprender a disfrutar nos acerca a la libertad. Maarón, de Hakon Oureas, en Barbara Fiore editora. Trepidante la aventura de Aarón, Lucía y Gregorio, que se transforman de noche en súper-héroes y cuyas acciones darán lugar a situaciones en las que la amistad y la valentía tienen cabida, sin olvidar la relación tan especial de Aarón con su abuelo. El Bosco, de The Tjong-Khing, en ediciones Ekaré (5-8 años). Algunos álbumes ilustrados resultan toda una experiencia lectora y sensorial. Pasa con éste en un recorrido intrépido por las ilustraciones del famoso pintor el Bosco, que nos propone esta inmersión en la extrañeza de un Jardín de las Delicias, en las que el protagonista habrá de sortear obstáculos, mientras disfrutamos también de la singularidad de ese mundo. El viejo del puente, de Ernest Hemingway e ilustraciones de Pere Ginard, en Los Libros del Zorro Rojo (+ 15 años). Una instantánea sobre la guerra civil española encarnada en la imagen de un anciano desorientado, en medio del frente, con los rebeldes a punto de llegar, y en la escena se retrata la desolación, la desesperanza, incluso el absurdo bajo la pluma maestra de Hemingway, y con una ambientación en las ilustraciones cuyo lenguaje narrativo sugiere e incide en nuestra retina lectora. Hilda y el bosque de piedra, de Luke Pearson, en Barbara Fiore editora (6-8 años). Cómic que nos adentra en la valentía de una niña que no se detiene ante el peligro. Algo que bien narrado e ilustrado, como es el caso, enganchará a todo tipo de lectores frente a estas páginas. Hilda en una nueva aventura con los trolls, en un universo electrizante y cautivador. Superhéroe, de Lucas García en Ediciones Ekaré (+ 8 años). De cómo lo cotidiano puede construir un pequeño universo paralelo, un universo en el que cabe lo fantástico, y hallar en ese reducto un respiro para poder afrontar la realidad de forma más llevadera. Hace más atractiva la publicación la combinación de viñetas con texto, dotando de más agilidad la acción que Gabriel, el protagonista, nos propone con su inagotable inventiva. La fiesta y la isla de Dragonero, de Josh Lacey, en ediciones Ekaré. Dos nuevas entregas en las que domina el género epistolar, a través del cuál se genera la acción y el desarrollo de Eduardo y Dragonero, con una prosa fácil, cautivadora, que nos adentra en ese intercambio de misivas entre Eduardo y su tío. Dos relatos para poner de relieve que las cartas también dan mucho juego.