‘Fotografía en España (1839-2015).

Historia, tendencias, estéticas’. Autor: Carmelo Vega. Cátedra, 2017.

Cuando leemos cualquier manual de historia contemporánea siempre aparecen dos lugares comunes: la revolución francesa, por sus cambios sociales y políticos, y la revolución industrial, por sus transformaciones económicas. Pero pocos textos, por no decir casi ninguno, hablan de la importancia de la revolución cultural que nació de forma simultánea y cómo transformó el acceso al conocimiento gracias a novísimas tecnologías como la fotografía y el cine. Medios sin los que no se entendería el siglo XXI y sin los que no existiría nuestra sociedad de la información. En nuestro país, el interés social y académico por estos medios ha sido históricamente nulo y, en el caso de la fotografía, apenas tres décadas nos separan del primer manual que buceó en sus orígenes. Sirva de ejemplo cómo, en nuestra ciudad, durante la Bienal de 1985, nos disputábamos como un auténtico tesoro las fotocopias de la primera historia de la fotografía en español de Marie Loup Sogez. Por suerte, en los últimos años el interés por la fotografía ha mejorado y estas carencias van superándose gracias al trabajo de números investigadores. No obstante, por su complejidad, son pocos los autores que se atreven a abordar en un volumen los primeros 175 años de la fotografía en España. Éste es el caso del profesor Carmelo Vega (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1961) y su Fotografía en España (1839-2015). Esta obra posee un carácter transversal y, desde luego, no es la clásica historia de la técnica fotográfica pensada por un fotógrafo y dirigida a los fotógrafos. Vega presenta a la fotografía como un medio poliédrico y la analiza tanto en sus facetas sociales, como culturales y artísticas. Una propuesta novedosa que el autor ya avanza en el primer capítulo del libro, donde realiza una revisión de la bibliografía existente y propone repensar el modelo historiográfico español que, quizás, ha pecado en estos años de enfoques demasiado endogámicos. Un trabajo con un buen apoyo gráfico pero en el que nadie espere el clásico catálogo de imágenes. Vega apuesta por una revisión de la historia del medio indagando en los debates estéticos y teóricos que han zarandeado al medio a lo largo de estos casi dos siglos de existencia.

Otra interesante aportación del autor es el estudio del papel de la mujer en un medio que, históricamente, ha sido más abierto a su participación que otros sectores de la sociedad. Aunque el trabajo de Vega no se estructura geográficamente, posee importantes referencias a la fotografía cordobesa. El autor destaca el papel de pioneros como la retratista francesa Madama Fritz, una de las primeras fotógrafas operativas en España que trabajó en nuestra ciudad en 1844; el checo José Widen, primer retratista estable cordobés entre 1854 y 1861, o el pintor y daguerrotipista José Saló, con sus retratos a fallecidos. Cabe destacar también el papel que Vega otorga a dos trabajos fotográficos locales precursores en sus respectivos campos técnicos, como el del gobernador Julián Zugasti, que en 1869 intentó censar mediante fotografías a los bandoleros de la provincia con la ayuda del fotógrafo Joaquín Hernández de Tejada, o la aparición en 1876 de la primera revista médico fotográfica española, dirigida por el médico local Rodolfo del Castillo. No menos importante es el reportaje de los ermitaños de la sierra y otros tipos cordobeses realizado en nuestra ciudad por los fotógrafos de la compañía J. Laurent de Madrid y que anuncia en España el pictorialismo, primer movimiento artístico de la historia del medio. El libro de Vega también recoge el trabajo de autores ligados a Córdoba como Señán González, Emili Godes, Antonio Calvache o la fundamental imagen para la historia de la fotografía mundial de El miliciano abatido, realizada por Robert Capa en la localidad de Espejo. Aunque quizás las referencias cordobesas más destacadas del libro sean las de Afoco, con la creación de la Bienal Internacional de Fotografía y la revista News, ideadas por José Francisco Gálvez, y el protagonismo de Gervasio Sánchez, premio nacional de fotografía. En resumen, Fotografía en España (1839-2015) es una obra monumental, didáctica y amena que ofrece a cualquier amante de la fotografía un libro de referencia para conocer la historia del medio en nuestro país y cómo se ha conformado desde su nacimiento hasta llegar a nuestros días de Instagram.