Zorros plateados es el título del libro de relatos con el que Manuel Moya (Fuenteheridos, Huelva, 1960) obtuvo el vigésimo séptimo premio Tiflos de cuento, convocado por la ONCE. Moya, cuya dilatada obra poética ha sido merecedora de algunos de los grandes premios de poesía de nuestro país, es autor de tres libros de cuentos: La sombra del caimán, Cielo municipal (2009) y Caza mayor (2014), premio de la Crítica en Andalucía; así como de las novelas La mano en el fuego (2006), La tierra negra (2008), Majarón (2009), una pequeña obra maestra, y Las cenizas de Abril (2011), premio Fernando Quiñones.

El título de Zorros plateados se nos aparece como algo resbaladizo, en principio, y ello porque, en su dimensión metafórica, abarca una pluralidad de significados. Diría que esos zorros plateados, a los que alude el título, son supervivientes en situaciones extremas que agudizan el instinto para preservar la propia vida en un ambiente hostil. Son personajes movidos por la necesidad de adaptarse a situaciones adversas y hacerlo con instinto y sagacidad. Puede tratarse también de seres humanos que hasta saben ingeniárselas para salir momentáneamente beneficiados de una situación adversa. Otras veces es el mismo azar el que se alía con esos supervivientes para serles favorable, aunque sea de forma oportunista, aleatoria y momentánea. Por consiguiente, puede que zorros plateados sean aquellos que saben jugar a dos aguas y a todas las aguas, movidos por el instinto de supervivencia con que han sido dotados por la naturaleza y provocados por las circunstancias en que se desenvuelven. Son fugitivos y, al fin y al cabo, seres perseguidos por el destino adverso y la fatalidad, la fragilidad, la tragedia y la muerte, en no pocas ocasiones.

Historias enraizadas en situaciones límite son las más que encontramos en estos cuentos de Manuel Moya: guerras mundiales («Héroe», «Caído del cielo» y «Zapatos»), los desaparecidos en la dictadura argentina («Salitre») o en la portuguesa («El hombre que no existió», «Zorros plateados» y «El caso del teniente Seijas»), la guerra civil española («El ataúd») o la tortuosa vida de los artistas (Modigliani en «La niña muerta» o «El Caserón»). Son diez relatos los que componen el corpus compacto de este libro que tiene, como denominador temático común, el estar constituido por historias hilvanadas en la Europa de entreguerras. Manuel Moya, su autor, tiene el poder camaleónico de camuflarse bajo la piel, la personalidad y la escritura de los grandes autores europeos que nos han dejado su manera de ver y de sentir esa historia reflejada en la supervivencia de seres anónimos, tales como Franz Kafka y Fernando Pessoa, entre otros.

En el cuento que da título a este conjunto de relatos, el autor se refiere al significado concreto del término con estas palabras: «(...) era mentira el mito de los zorros de jopos plateados que tantas veces seguimos en la infancia (...). Ni hay zorros plateados ni nosotros podemos buscarlos (...). No más zorros plateados, amigo, pero tampoco más cañerías» (Zorros plateados, p. 87).

Entiendo así que, para las personas sumidas en la desesperanza y en la indignidad de unas circunstancias adversas, sólo resta el asidero de los sueños; pero esos sueños se desvanecen y sólo queda aferrarse con dignidad al mundo real, sin sueños, autoengaños ni fingimientos. Queda, pues, fijado por el autor el significado de la expresión «zorros plateados», en medio del maremágnum de posibles acepciones que yo mismo había esbozado anteriormente y que me había intuido al par de las repetidas lecturas que de este excelente libro de relatos había venido realizando. Manuel Moya escribe en un pulcro y elegante castellano, natural y bien elaborado, tan rico como correcto. Nutrido especialmente en múltiples y muy variadas lecturas de los mejores y más influyentes autores de la literatura europea y americana del siglo XX, agazapado y camaleónico, es escritor que ha sabido dotarse de un voz singular y un acento personalísimo, de un estilo que nos habla a través de una voz de nuestros días, con un tono y un acento de vibrante actualidad. Una voz que llega para agitar las conciencias en la defensa del ser humano más desamparado e indefenso, así como de su dignidad inquebrantable, contra todo tipo de abusos e indignidades.

‘Zorros plateados’. Autor: Manuel Moya. XXVII Premio Tiflos de Cuentos. Editorial: Castalia/Edhasa. Barcelona, 2017.