Cosmopoé- tica inicia su andadura con un curioso lema de Nicanor Parra: "Todo es poesía menos la poesía". No sé bien el alcance de esta sentencia pero debe apuntar a un necesario statu quo de incesante revisión.

Como la vida, la literatura explora caminos inusitados, pero la vida es lo que es, y poco o nada podemos contra su irrefrenable arrebato. En este émbolo dúctil, felicito a Nueva Poesía de Córdoba por haber conseguido integrar en el contexto de la poesía que ya no es poesía el recuerdo a un poeta que sí es poeta y, en su deseo de no contaminarse, ha huido siempre del glamour y la fama, de los fastos del mundo. Manuel Alvarez Ortega permanece vivo en la memoria y, si ahora no es su tiempo, llegará un día en que su palabra simbólica, precisa, metafísica y profunda regresará del oscuro abismo en que los poetas que no son poetas hayan pretendido relegarla.