Si del cerdo se aprovechan "hasta los andares", los hongos no le van a la zaga, ya que junto a sus características medicinales y gastronómicas, entre otras, hay que unir la posibilidad de confeccionar con ellos papel reciclado. Así lo pudieron comprobar ayer en primera persona los 17 niños que tomaron parte en el taller de elaboración de máscaras con papel de hongos, celebrado en el jardín micológico La Trufa.

Para esta ocasión, el hongo utilizado es el comúnmente denominado yesquero (fomes fomentarius ), muy frecuente en la cortezas de los árboles y que recibe este nombre porque era utilizado para prender fuego, debido a que se va quemando muy lentamente, siendo utilizado antaño en medicina para cortar hemorragias y absorber la sangre y otros líquidos.

Así, divididos en grupos, los pequeños siguieron con todo lujo de detalles las diferentes etapas del proceso, que se iniciaba triturando los hongos yesqueros, que, tras humedecerse, se mezclaron con papel de periódico, cola y agua, amalgama de materiales que, una vez pasada por la batidora, se convertía en la materia prima para la elaboración del papel.

Utilizando un marco con un tamiz, en el que se depositaba la masa, ésta se prensaba y, tras varios días de espera, ya que los hongos expulsan mucha agua, se obtiene un fina lámina de papel reciclado.

De ahí que para completar en una misma mañana todas las fases del taller, los monitores que lo impartieron ya contaran con varias de estas láminas elaboradas previamente, con las que los pequeños participantes confeccionaron divertidas máscaras con forma de trufa y setas.