Construir una nueva pista de atletismo es una magnífica idea. Hacerlo en detrimento del Parque Infantil de Tráfico representa todo un despropósito, a juicio de este humilde contribuyente. Las instalaciones en las que cada curso se forman más de seiscientos niños en Educación Vial no tienen ni diez años de vida. Y costaron más de medio millón de euros. Quizás es momento de que el Ayuntamiento le dé otra vuelta al asunto. De lo contrario, estarán desnudando un santo para vestir otro.