El intenso calor que se dejó notar en la Campiña cordobesa entre mediados de agosto y la primera quincena de septiembre ha terminado afectado de manera notable a las variedades tintas que darán lugar a los caldos amparados por el indicativo Vinos de la Tierra de Córdoba. Así lo desveló ayer la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja-Córdoba), que situó en un 35 por ciento la merma que ha sufrido con respecto al pasado año el aforo de uva negra.

Durante la reunión que celebró la sectorial vitivinícola de Asaja-Córdoba, su presidente, Ignacio Fernández de Mesa, dio por concluida la vendimia de variedades tintas, arrojando un balance final de 3,9 millones de kilos de uva, un 35 por ciento menos que en 2015 y un 50 por ciento inferior al aforo del 2014.

Con respecto a la variedad autóctona, la Pedro Ximénez, las labores de recolección se mantienen todavía en los viñedos del marco Montilla-Moriles y desde Asaja-Córdoba confían en concluir la campaña con un balance cercano a los 38 millones de kilos, un 10 por ciento por debajo de la vendimia 2015, cuando lagares y cooperativas molturaron 42 millones de kilos.

Por otro lado, Fernández de Mesa calificó de «crítica» la situación que sufren los productores por culpa de los precios de la uva, «que llevan tres campañas manteniéndose igual, a pesar de la disminución de cosecha».

Según el presidente de Asaja, «llevamos dos años de merma de kilos y precios fijos que ponen en jaque la rentabilidad y la viabilidad del cultivo».